CAPÍTULO 2
Pensativa, Kalia frotó su barbilla.
- "Pero ... Pero él es el padre, ¿debería decirle a Shyman?"
Se había formado una ligera arruga entre sus cejas que mostraban agonía.
Shyman era un gran hechicero y el duque del imperio.
Como parte de la nobleza, ¿él…? No…, ¿su familia, permitiría acaso algún hijo ilegítimo?
Shyman no era un hombre que estuviera intoxicado con los rituales de la aristocracia.
Kalia lo sabía muy bien, ya que creció con él. Lo que irritaba a Kalia era la atmósfera de un duque en general, excluyendo a Shyman por supuesto.
La fría pared de cristal que distinguía a Shyman de los demás era siempre una cálida sonrisa amistosa.
¿Permitirían a un hijo ilegítimo convertirse en el único heredero de tal duque?
¿Al niño que llevaba Kalia dentro de ella?
"... La lealtad de Shyman ... No, no va a ser posible, Kalia"
Aquella vocecilla en su mente la hizo levantar la cabeza.
- "No. Nunca"
… No se lo podían arrebatar.
Kalia no entendía el porqué de esta resistencia. Había un fuerte sentido de rechazo en su mente.
Ahí, sentada, Kalia murmuraba nerviosamente.
La familia de Shyman era un problema, pero más importante era la reacción de Shyman.
¿A él le agradan los bebés?
En respuesta, ella negó con la cabeza.
Si ya no le gustaban las personas en sí, mucho menos los bebés.
"... ¿No me digan que Shyman lo eliminaría?"
Kalia estaba dispuesta a ser la madre del niño y ofrecerle toda la alegría del mundo, pero con Shyman podría ser diferente.
Como sea, él estaría presionado para ser feliz.
Y un bebé debería ser una bendición, un regocijo en sí mismo.
No debería ser forzado e inhibido por alguien y ser odiado tan pronto como naciera.
Por ello, no quería presionar a Shyman para que se responsabilizara y obligarlo a tomar el puesto de padre.
Kalia era lo suficientemente rica, tenía riquezas como para llenar siete almacenes. Además, ella también tenía el poder para proteger a su hijo.
El futuro era inestable, pero ella era lo suficientemente firme como para jurarle un afecto completo e impecable al niño.
Sí, así que no tenía que obligar a Shyman a casarse con ella y ser el padre de su hijo.
- "... ¡Casarme con Shyman!"
Al contrario, esa idea era tan extraña que le daba escalofríos.
En el campo de batalla, los dos eran camaradas, como hermanos desde pequeños, y ocasionalmente eran amigos que podían beber juntos y charlar toda la noche.
Eso es todo ...
Además, aunque ella le dijera a Shyman que no iba a demandarle nada para el bebé, él no estaría satisfecho con la existencia del niño.
Sería demasiado, teniendo en cuenta su alta posición y todas las grandes responsabilidades que recaen sobre sus hombros.
- "Además, la última vez que nos vimos, Shyman habló sobre sus planes de un matrimonio pronto, preguntándose si ya era tiempo de casarse. Incluso, creo que hay una chica que ya ha estado en su mente por un
tiempo"
Por ello, era aún menos posible obligar a Shyman a casarse con ella.
Ello era un abuso a esos dos que se amaban.
- "... Bueno, creo que tampoco le contaré a Shyman"
Kalia colocó sus manos sobre su estómago como para proteger al bebé.
Ella no deseaba que este niño fuera tratado solo como una distracción.
Si, de hecho, le dijeran que quitara al niño de la vista de Shyman, o inclusive le hicieran una expresión de desagrado...
"¿Qué tanto podría intentar alejarlo Shyman?"
Sería difícil derrotar a Shyman, quien era astuto y tenía una poderosa cantidad de magia, pero si se preparaba por bastante tiempo, podría hacerlo, poco a poco...
Kalia estaba pensando seriamente en cómo matarlo, y de repente sacudió la cabeza.
El instinto de proteger a su bebé había ido más allá de lo razonable.
Ella solo pensó: "Él podría obligarme a deshacerme de mi hijo", pero ni siquiera sabía si iba a sobrevivir.
Además, ese era un amigo, hermano, colega, todo en la misma persona.
Si ella iba por ese camino, todo podría salir muy mal.
Tenía que mantener a su hijo seguro y resolver amigablemente el asunto con Shyman.
Kalia permaneció en donde estaba y siguió preocupándose aún más.
Después de preocuparse lo suficiente, miró hacia el cielo con una expresión determinada hasta que la luz del sol, fuera de su ventana, cambió a un amarillo ámbar pálido.
- "También hay otra manera"
Entonces, se paró frente a un uniforme rojo colgado cuidadosamente.
Quizá...
- "Creo que es hora de retirarme"
Murmurando suavemente, acarició aquel uniforme rojo.
Había un toque de amor en esa acción, sin embargo, no hubo algún
arrepentimiento.
En el imperio Rohas, Kalia Tacskate era considerada una leyenda.
Su historia inicia a la tierna edad de seis años, cuando rescató al pequeño hijo de un duque que había sido secuestrado y escondido en la guarida de una pandilla callejera.
Pasó la prueba oficial de caballería a la edad de 15 años con el puntaje más alto de la historia, y con solo 17 años, se aventuró en el camino para convertirse en un maestro espadachín.
La joven de 19 años fue reconocida por su habilidad como semi-maestro y fue puesta a cargo de escoltar al príncipe heredero de la corona.
Kalia Tacskate era claramente una genio, no tenía la figura habitual que se conocía de una maestra espadachín que estaba más o menos en sus 40´s.
Ella era una genio sin igual que muy difícilmente se volvería a ver por generaciones.
Kalia, la heroína merecedora de estos elogios, dudaba de sí misma.
Como era habitual, ella de cerró y abrió sus manos, donde era difícil encontrar las heridas que no habían sanado.
Habitualmente agarró y levantó sus palmas, que eran más difíciles de ver donde no había heridas.
Creyó que estaba bien, pero parecía que estaba un poco nerviosa.
De pie frente al espejo, ella observó cuidadosamente aquel uniforme que era perfecto para su cuerpo y que le daba un aspecto pulcro y extrañamente hermoso.
Hace unos años, ese uniforme había sido hecho por el querido hechicero del imperio, Shyman.
Mientras, Kalia cerraba meticulosamente los botones de su vestimenta,
percibió algo en el botón que sostenía con la punta de los dedos.
No estaba pintado con un color dorado, sino que era un botón hecho de oro puro.
¿Por qué hizo, inútilmente, los botones de oro?
*"¿Cuántas veces tengo que decirte que el oro puro es fácil de usar para almacenar magia? Kalia, ¿cuándo tu cerebro se convirtió en solo un pedazo de musculo? Te lo he dicho como treinta veces, ¿por qué no lo recuerdas? ... ah! ¿me estás tomando el pelo? "*(flashback)
"... Sí, fui tratada como una tonta"
La voz de Shyman había aparecido de repente, Kalia sonrió cínicamente.
Todavía le parecía un misterio cómo pasó la noche con semejante tipo.
Incluso con el niño que llevaba en su vientre.
“Es un gran problema”
Kalia sonrió vigorosamente y examinó su atuendo en el espejo.
Llevaba un top de cintura ajustada, una capa escarlata vívida y pantalones de cuero negro que se aferraban a sus piernas.
Todo, como siempre, sin ningún desaliño.
Tak-Tak ~
Kalia quitó el polvo de su capa y levantó la vista hacia el cielo azul fuera de la ventana.
Era un cielo azul verdoso, tan tranquilo que la palabra "perfecto" cruzó por su mente.
“Paz”
Sí, tal vez ya que habían pasado siete años desde que terminó la guerra, y todo estaba en paz ahora, podría ser un buen momento para que la "heroína de la guerra" desapareciera.
Kalia salió de la habitación con una sonrisa de satisfacción.
Tak ~
Kalia solo escuchó el sonido de unos pasos subiendo las escaleras, y notando a quién le pertenecían, salió corriendo rápidamente.
Entonces, la dueña de la mansión y la maestra de Humming, Kalia, bajaba las escaleras.
Sin ninguna prisa, bajó un escalón y luego otro, con la gracia de un animal exótico.
Los ojos marrones de Humming, al mirarla, centelleaban de envidia.
"Oh, Dios mío, ¿acabas de salir en uniforme?"
¡La conquista del general de los caballeros Red Lion!
Ha pasado casi un año desde que terminó la guerra.
Después de que se declarara el fin de la guerra, Kalia rara vez había salido en su uniforme.
Habrá sido al menos una vez en los últimos siete meses que Humming se convirtió en su aprendiz.
Como tal, Humming no pudo evitar mirar a Kalia, quien vestía su uniforme y descendía tranquilamente la escalera circular.
Un particular rubor brillante apareció sobre sus mejillas, como si se hubiesen sido hinchadas con leche materna.
"Que locura. La belleza de este mundo ..."
Sus brazos y largas piernas que se extendían con elegancia, y los muslos que lucían delgados, estaban posicionadas firmemente mostrando su encanto imponente sin importar la ropa que llevara puesta.
Ella era una sirena de mar, quien poseía una combinación armoniosa de finos cabellos color limón, piel pura blanquecina y labios rojos.
¿Era posible presumir de la fuerte presencia de un soldado y al mismo tiempo tener un aura exquisita que enamore a cualquiera?
"... Pero el momento más sorprendente es cuando sostiene su espada, ¡el ambiente cambia drásticamente!"
En ese momento, ella era solo una guerrera.
Sin un solo paso en falso, la trayectoria de su espada es fue pulcra y perfecta, y el movimiento es rápido y preciso, que ambos ojos son
incapaces de seguirlo.
La diosa de la batalla, un hermoso monstruo creado por Dios.
"Si pudiera lucir así de deslumbrante en mis fotos, no desearía nada más..."
Lo gracioso es que ese uniforme, diseñado por Shyman Terloan, el gran mago y maravilloso duque de Rohas, la hacía lucir mucho más hermosa que cualquier otro vestido.
Fue hecho para que destaque.
Era como hecho por un hombre que conocía todos los encantos y los méritos de Kalia. Como si alguien hubiera estado pensando en lo que le convenía a ella todo el tiempo.
El perspicaz Humming ya había notado los sentimientos de Shyman hacia Kalia, pero esta última parecía no darse cuenta de nada.
Bueno, es su encanto ser de esa forma.
Humming, en un modo de favoritismo extremo hacia Kalia, se retorció interiormente.
Honestamente, no tenía el coraje de intervenir entre un gran mago y una héroina de guerra.
No era por ellos en sí, ni por Kalia, a quien respetaba mucho, sino por el duque de Rohas, con quien Humming no tenía nada que ver.
Cuando Kalia finalmente bajó, Humming corrió rápidamente y parloteó.
"General, ¿va a salir ahora? Si me lo hubiera dicho, me habría preparado de antemano. Estaré listo para salir ahora"
Kalia pensó que era como un gorrión a veces.
Tweet-tweet - tweet-tweet ~
Algo ruidoso, pero no molesto. A veces era bueno solo escuchar.
Kalia miró a Humming y dijo, con una ligera brisa sacudiendo su cabello:
- “Quiero salir sola, así que quédate aquí"
¡Hwaak!
En ese momento, el rostro de Humming enrojeció de inmediato.
Humming, incapaz de ocultar el rubor en su rostro, bajó la cabeza en una reverencia.