CAPÍTULO 15
El dobladillo de la falda de Kalia barrió el suelo de madera.
El grupo mercenario, quienes estaban haciendo un escándalo a tempranas horas como si sólo fuera una refrescante caminata por el parque, hicieron silencio de repente. La impresión podía verse en sus rostros cuando vieron a Kalia acercarse a ellos.
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“¿Qué? ¿Quién eres?”
Mientras la mujer que vestía un mezquino vestido de alta clase con un sombrero de ala ancha se acercaba, los mercenarios la observaron con miradas agudas.
Aunque el vestido no lucía lujoso, definitivamente lucía como lo que vestiría alguien de la nobleza.
Pensando que sería una molestia tener de enemigo a alguien de la nobleza, los mercenarios se esforzaron por hablar con un tono amenazante con el fin de echarla antes de que algo se les saliera de las manos.
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“Ha, esta z*rra salió de la nada sin saber que de hecho se asustaría al ver a estos tipos viejos. Por favor, ¿por qué seríamos amables?”
Kalia ignoró al hombre que estaba soltando palabras ofensivas, sin molestarse en mirarlo. En vez, caminó hacia la empleada cuya muñeca estaba siendo sujetada por otro miembro del grupo de mercenarios.
Entonces, en un ágil movimiento, bajó su tenedor, apuñalando el dorso de la mano del hombre.
¡Pak! ~
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“¡…!”
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“¡Ahhhh!”
El hombre chilló cuando el tenedor atravesó su hueso, los crujidos se escucharon claramente. El tenedor había sido clavado con tanta fuerza que estaba atorado en la palma de la mano del hombre, arraigado y sin ningún signo de poder deslizarse fuera.
Curiosamente, apenas salpicó sangre.
Sorprendido, el hombre rápidamente retrajo su mano antes de retroceder y gritar frenéticamente a sus hombres, dejando caer su muñeca mientras agitaba su mano.
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“¡M*erda! ¡M*erda! ¡Mátenla! ¡Mátenla!”
Los hombres que rodeaban a las dos mujeres hicieron una expresión sombría y empezaron a atacar a Kalia.
‘No puedo creer que la seguridad sea así de mala. Tengo que revisar a las guardias después. Necesitamos incrementar el número de patrullas. Tengo bastante que hacer antes de poder irme.’
Pensando que eran muy lentos, Kalia elevó el abanico que tenía en su otra mano.
Era un desperdicio usar palabras con esas personas.
Mientras los mercenarios se acercaban, ella golpeó la cabeza de los hombres, uno por uno, con su abanico.
¡Bam! ¡Bam! ¡Bam! ~
Golpeado por el abanico, los hombres cayeron uno tras otro, estrellándose con el piso, como si hubiesen sido golpeados por un martillo en lugar de un abanico.
Sus bocas burbujeantes y sus ojos arrugados mostraron que tan fuertes habían sido los ataques del abanico.
‘Son débiles, incluso comparados con el soldado más simple. Qué patético’
Kalia observó fríamente a los hombres que yacían en el suelo y luego giró hacia el último.
Deliberadamente dejó a ese hombre intacto.
Ese hombre no podía ser perdonado con sólo un golpe en la cabeza.
Él había sido el único que había abofeteado a la camarera y se había reído de ello.
Kalia miró al hombre, levantó su abanico y golpeó la mejilla del hombre.
¡Bofetada! ~
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“¡Ugh!”
El lugar golpeado fue definitivamente la mejilla, pero el sonido de huesos rompiéndose pudo escucharse.
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“Cuando golpeas a otros en el rostro, deberías estar preparado para que ser abofeteado también”
Sin piedad y sin ningún signo de duda, Kalia abofeteó al hombre en el otro lado de su rostro.
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“Así”
¡Bofetada! ~
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“¡Ahhhhhh!”
La mano de Kalia golpeó la otra mejilla del hombre una vez más antes de que su grito terminara.
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“Así”
¡Bofetada! ~
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“…Así”
¡Bofetada! ~
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“… Y así”
¡Bofetada! ~
Una, y otra vez…
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“¡…Vamos, vago!”
El hombre cayó gritando con toda su alma, con ambas mejillas bastante hinchadas.
El hombre miró a Kalia, temblando por dentro.
Kalia ni se molestó en mirar a un hombre como él y golpeó la parte superior de su cabeza con el abanico.
Bam~
El hombre cayó hacia atrás con estrépito.
El hombre con el tenedor atravesado en su mano, gritó mientras observaba la escena.
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“¡Tú, tú, tú, tú, tú, tú pequeña z*rra! ¡Eres tú! ¡Tú eres la chica de los mercenarios de los vientos en contra! ¡Señor, Señor X! ¡Vayan y llamen a los guardias!”
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“Bueno.”
Kalia, quien respondió amablemente, se acercó al hombre y sonrió.
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“¿Crees que es más rápido que lleguen los guardias, o crees que es más rápido para mí pararme aquí y aplastarte?
Ella sonrió nuevamente y repitió las palabras que el hombre había dicho hace un rato.
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“Sólo huye”
Los labios del problemático tipo temblaron y empezó a arrastrarse hacia atrás.
Pronto, Kalia observó como él se puso de pie y rápidamente corrió hacia la puerta mientras ella agarraba una botella de cerveza de una mesa cercana.
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“No voy a dejarte sólo huir, sino…”
Con un sonido de traqueteo, la puerta se abrió, y el hombre estaba a punto de huir, pero, de repente…
¡Pok! ~
La botella de cerveza que Kalia estaba sosteniendo golpeó la parte trasera de la cabeza del hombre.
Sorprendentemente, ya que Kalia tiene un impresionante control de su fuerza, sólo la parte trasera de su cabeza se rompió, pero no la botella.
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”¡Ugh!”
Gritando, el hombre rodó por el piso.
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“Aunque es una escena algo sangrienta en la presencia de un niño”
Kalia chasqueó la lengua, y una pequeña sombra apareció junto a ella.
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“¡Mamá!”
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“¡Oh, bebé!”
Tan pronto como la amenaza desapareció, el niño que había estado observando con la mirada vacía corrió hacia los brazos de su madre y lloró.
A pesar de que su madre era la que había sido herida, el niño lloró lastimosamente, lloriqueando como si él hubiese sido herido.
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“Mamá, mamá. ¿Duele? Aquí, aquí, aquí, está rojo. Mamá, ¿estás herida?”
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“No. A mamá no le duele nada. No importa. Estabas asustado, ¿no es así, mi hijo?”
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“¡Uh-huh, mamá!”
La pequeña mano del niño acarició la hinchada y roja mejilla de su madre antes de envolver sus manos alrededor de su cuello, abrazándola.
Una chispa brilló en los ojos de Kalia mientras observaba la escena.
‘¿Pensaste que sólo lo mataría aquí? Lo llevaré al callejón, y después estará tranquilo.’
Mientras pensaba eso, Humming, quien había corrido a la cocina, sacudió su cabeza, sujetando la muñeca de Kalia.
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“Bueno, salimos secretamente. No deberíamos hacer una escena más grande de la situación”
Humming tenía razón.
Entonces tengo que intervenir nuevamente antes de irme.
Mientras se tranquilizaba a sí misma con tales pensamientos, la mujer, la madre y el niño, se acercaron y agradecieron a Kalia.
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“No sé quién eres, pero gracias”
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“… No. Al contrario, lo siento por romper algunas cosas y causar problemas”
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“¿Qué fue lo que hizo usted? Fue la culpa de esos malditos borrachos. No se preocupe. Puedo solicitar a los guardias una orden de restricción. ¡Esto nunca no había pasado antes!”
Abrazando al niño fuertemente, la mujer sonrió como si no fuera nada.
De alguna forma, Kalia sintió amargura y no pudo simplemente regresar la sonrisa y reírse de todo ello tan casualmente.
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“… Estoy más avergonzada por el hecho de que él se haya desmayado”
La mujer, Karen, sonrió torpemente, señalando atrás al hombre de cabellera negra.
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“Ya que el doctor fue el primero en desmayarse”
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“… ¿Doctor?”
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“Oh, sí. Él había estado aquí para encontrarse con alguien, pero se vio atrapado en esto”
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“¿Alguna vez oyó su nombre?”
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“Es el doctor Allen McEcker. Usted acaba de llegar… Oh, ¿lo conocía?”
Kalia sujetó su frente como si se avergonzara de sus palabras.
Nunca pensé que me toparía con el doctor que venía verme.
Ella observó a Allen, quien se había desmayado finamente, sacudió su cabeza, y se acercó a él.
Lo sujetó, aturdida, y lo levantó antes de pedirle a Humming que consiga un carruaje.
El carruaje llegó pronto, y Kalia, quien puso a bordo primero a Allen, regresó a la tienda mientras pensaba en algo.
Karen y su hijo, quienes estaban de pie viendo a la chica irse, abrieron sus ojos en sorpresa cuando ella regresó.
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“Dejé algo”
Dijo Kalia y recogió, de la mesa en la que estaba sentada hace rato, la pintura que el niño le había dado.
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“Compré esto…”
El niño se sonrojó al ver que ella tomó la pintura con una ligera sonrisa.
Cuando estaba a punto de irse, ella giró nuevamente y se acercó al niño.
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“Dijiste que tu nombre es Clark, ¿no es así?”
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“… Sí”
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“Si quieres proteger a los que amas, tienes que ser muy inteligente o muy fuerte, Clark.”
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“…”
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“No sé cómo ser inteligente, pero puedo enseñarte como ser lo suficientemente fuerte para no ser golpeado por un matón. ¿Quieres aprender?”
El niño abrió ampliamente los ojos y, pronto, asintió fuertemente ante su oferta.
Kalia, quien estaba sonriendo, acarició la cabeza del niño y dijo.
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“Ve a la academia de los caballeros Tacskate y da el nombre de Josiah Terevan. Luego él te guiará por el plan de estudios de los niños de tu edad que son similares a ti. Pero, tomará bastante tiempo, así que no podrás venir y ver a tu mamá trabajar. ¿Eso estaría bien?”
¡La academia de los caballeros Tacskate!
Era una academia privada de caballeros dirigida por la General Kalia.
A diferencia de la academia imperial, no era de gran escala, pero si no fuera porque tenía muchas personas talentosas y hábiles, no sería considerado un lugar de honor e integridad.
Por supuesto, había aristócratas que se negaban a tomar las mismas clases que la gente común. Sin embargo, ya que el propietario de la academia era también de la gente común, ella no gastaba mucha energía en forzar a los aristócratas a asistir a las clases junto a los plebeyos.
Además, sólo porque quieras ir, no significa que puedas ir allí.
‘¿Quién diablos es esta?’
Karen estaba estupefacta.
Clark tiró de la falda de su madre.
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“Mamá, ¿puedo ir?”
Los ojos del niño brillaron, mostrando un entusiasmo febril.
El niño quería ir allí, pero no molestó a su madre porque temía que pudiera ser una carga.
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“Te lo pedí amablemente”
Karen sintió pena, y aunque lo sintiera, sonrió y preguntó con una voz suave.
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“¿Quieres ir?”
El niño, quien estaba leyendo las expresiones de su madre, asintió débilmente.
Luego Karen habló, acariciando la cabeza de Clark.
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“… Adelante, te recogeré al final del día”
Karen, quien había estado viendo el rostro iluminado de su niño por un tiempo, subió la mirada y sus ojos se encontraron con los de Kalia.
Reacia, se acercó a Kalia y la abrazó.
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“No sé quién eres, pero realmente lo aprecio. Siempre me he sentido mal por traerlo al trabajo porque no tenía donde dejarlo”
Kalia se estremeció ligeramente ante el íntimo contacto y aprecio de un extraño.
Mientras ella estaba de pie en una postura rígida, sin saber que saber, Karen sonrió y soltó Kalia.
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“Si me das tu nombre, te enviaré una carta de agradecimiento luego”
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“Oh, no. No tienes que…”
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“Por favor, ¿puedes decirme?”
La vacilante Kalia sacudió su cabeza nuevamente.
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“Si Clark no se lleva bien con los otros niños, les diré que lo dejen ir sin dudarlo, así que déjalo ir también”
Habiendo dicho esto, giró apresuradamente y entró al carruaje.
Sus mejillas estaban ardiendo.
Tosió avergonzada y le dijo al conductor que pusiera en marcha el carruaje.
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“¡Noona!, ¡te veré luego!”
Clark gritó mientras agitaba ampliamente sus manos.
Justo a tiempo, llegaron los guardias, y Kalia apretó la mano de la madre desde el carruaje, agitando tímidamente mientras veía a Clark entrar a la tienda.