CUIDADO CON ESOS HERMANOS capítulo 17
Capítulo 17CUIDADO CON ESOS HERMANOShace 2 meses
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Capítulo 17

- Hermano, ¿qué estás haciendo?


Eugene se coló en la habitación de su madre y salió con un frasco amarillo.


- ¡Oh! Eso es lo que solía comer Arina. 


- Sí. Así que ahora, no hay nadie que pueda comer esto.


Eugene buscó con el mayor cuidado posible, pero le preocupaba que pudiera haber más dulces escondidos en lugares que no podía encontrar.


Su padre dijo que haría todo lo posible para detenerlo. Sin embargo, sus siguientes palabras implicaron que, si algún día Hari se enteraba sobre los dulces, debía fingir no saberlo y asumir que era accidental.


Pero Eugene no podía dejar que Hari se lo comiera.


- Tú nunca has comido estos dulces antes ... ¿verdad?


- Chicos, ¿están listos?


Eugene escuchó a su madre llamarlos desde lejos. Fue el día en que todos los miembros de la familia salieron juntos al pueblo.


- Cabel, ve allí primero.


- Okey.


Después de que Cabel bajó las escaleras primero, Eugene se apresuró a esconder los dulces.


***


- Como hay mucha gente, es fácil perderse. Así que mantén tus manos apretadas. Hari, tienes que quedarte con Eugene…


La forma en que tomó de la mano a Hari fue realmente incómoda. Eugene caminó en silencio a lo largo de su camino hacia la farmacia, sosteniendo sus manos con guantes blancos.


Incluso ahora, la situación era incómoda.


De repente, antes de salir hoy, el caramelo amarillo que tenía escondido y el comportamiento inusual de su madre pasaron por su mente.


- Incluso ahora…


Todas estas circunstancias fueron realmente extrañas para él.


- ¿Todavía quieres volver?


Eugene no sabía por qué preguntaba tal cosa. Hari lo miró como si no lo hubiera escuchado o no quisiera asegurarse de su pregunta.


Eugene se mordió los labios finos y le preguntó lentamente.


- ¿Todavía quieres volver a dónde estabas?


- Sí ... quiero volver. Ella respondió rápidamente.


Una vez más, el silencio cayó entre los dos. Solo ellos dos guardaban silencio entre todo el ruido de la calle.


Sí... Este tipo de situación no era normal. Quería volver atrás paso a paso.


Si Eugene lo recordara más tarde, casi se desvanecería por la ansiedad de ese momento.


- Ve a donde quieras ahora mismo. Eso será lo mejor para todos nosotros… si vuelves a donde solías estar.


Eso pensó él.


Fue entonces cuando le soltó la mano que sostenía en el aire.


En un instante, el calor desapareció de sus manos.


Eugene se alejó sin mirar atrás. Dejó su lugar y fue empujado por tanta gente como si no fuera su propia voluntad.


Eugene se detuvo repentinamente en medio de la calle cuando finalmente salió de la calle donde acababa de estar.


***************

El ruido de la gente le atravesó los oídos. Hari nunca lo llamó y lo dejó ir solo.


¿Así que esto era todo? ¿En serio?


Todo esto fue tan fácil que no se sintió real. 


Pero, ¿por qué se sentía así?


Por qué, por qué ... ... como si se perdiera en medio de este camino.


****


- Oh, chico, ¿estás bien?


Eugene levantó la cabeza con sorpresa cuando escuchó el sonido frente a él de repente.


Estar solo en medio de la carretera lo hacía parecer un bicho raro.


Un par de hombres y mujeres, que parecían casados, parecían preocupados por él como si vieran a un niño perdido separado de sus padres.


Eugene se quedó sin habla por un momento porque era la primera vez que lo trataban como a un niño.


Dejó a la pareja, huyendo sin decir nada. Sin embargo, ni siquiera pudo llegar lejos, por lo que se apoyó contra una pared y se derrumbó.


Con manos temblorosas, Eugene se agachó y enterró su rostro como un niño.


Thum. Thum.


… .. Un sonido de aleteo atravesó su garganta.


¿Qué diablos está pasando ahora...? ¿Qué diablos hice? 


Eugene no podía creer lo que había hecho ahora. De hecho, la verdad fue sencillo.


Soltó la mano que la sostenía. Pero el significado de esto no se trata solo de una "mano". Un sonido extraño, ya fuera una pregunta o un grito, brotó de su pecho. 


Los ojos de Eugene estaban rojos y su corazón latía rápido. Todo estaba oscuro ante sus ojos. Incluso el ruido que había alrededor parecía hacerse esfumado como si hubiese caído solo en un espacio extraño e ingrávido. 


Eugene abrió la boca y jadeó. Se miró a sí mismo y pareció volverse loco como si estuviera atrapado en sus ojos.


Cuando recordó lo que acababa de hacer, Eugene se llenó de miedo. 


Pero lo que realmente le asustaba era él mismo, que hacía tal cosa con facilidad.


Era un ser humano tan patético. ¿Era una persona tan desvergonzada que solo podía hacer esto?


- Quiero volver.

Fue solo una palabra.


Solo se estaba apoyado en esa palabra y haciendo una simple autojustificación. Eugene no sabía exactamente dónde vivía Hari, pero sabía cómo era.


Quizás, pensó que no importaría si la habían abusado durante tanto tiempo como para darle una casa cálida, pan recién hecho y ropa bonita.


Obtuvo todo sin necesidad de pagar el precio equivalente. Pero dijo que quería volver a su vida en la que le resultaba difícil comer a menos que vendiera una flor marchita pidiendo limosna a la gente.


Significaba que su vida en el pasado era tan difícil para ella como lo era ahora. Eso significaba que eran personas horribles para ella.


- Hermano Eugene.


Cuando Eugene pensó en ello, se sintió disgustado consigo mismo. Dobló las rodillas y hundió la cara en el medio. Nadie lo vería así. Como si intentara esconderse de este mundo.


…Eugene lo sabía.


También fue su culpa que le proyectaron a la Arina muerta y vertieron su ira en ella como si no tuvieran un lugar adonde ir.


De hecho, ella no hizo nada malo con ellos. Pero ella estaba ahí. Si se pudiera decir que eso estaba mal, sería la única culpa de Hari. Sin embargo, ella nunca quiso que sufrieran. Nunca lo quiso.


Quizás ella no sabía que por eso Eugene la dejó primero como si lo estuviera arrastrando frente a Hari.


De alguna manera, Eugene decidió hacerse cargo de Ernst. Quería que ella asumiera la responsabilidad, aunque ella no era responsable de los errores de su hermano.


Sus hermanos menores fingieron desde el principio no entender lo que habían hecho. Además de eso, trató de encubrir su error en lugar de regañarlos.


- Ah…


De repente, un viento seco le frotó los labios. Es lo único que había visto en su vida.


Tal vez realmente estaba renunciando a esta realidad sin siquiera tener la voluntad de lidiar con ella.


No fue solo él quien la tiró.


¿No era lo mismo para él que ya se había rendido, ignorando la situación convenientemente frente a él?


Fingió ser un buen hijo, un hermano cariñoso y un niño adulto, pero el hecho era demasiado para todos y quería huir.


Finalmente, soltó una manita que lo sostenía, sólo para escapar.


- Este es el mejor camino para todos, se consoló con ese pensamiento.


****


- Oye, ¿estás enfermo? ¿Dónde están tus padres?


Alguien preguntó, se acercó a él y se agachó contra la pared. Eugene la apartó en lugar de responder.


Al ver su rostro, la dama se preocupó más y volvió a preguntarle.


- Si pasa algo, te ayudaré, ¿hay algún adulto que te acompañe?


- Tengo que ir a buscar a mi hermana.


- Oh, ¿tenías esa expresión en tu rostro porque perdiste a tu hermana? Oh mi…


Haciendo caso omiso de la llamada desde atrás, Eugene volvió corriendo por el camino por el que había venido.


Una vez más, el vecindario se llenó de ruidos fuertes y muchas otras personas pasaron.


Hari, por favor quédate ahí.


Eugene estuvo desesperado tanto como el aliento que exhalaba de su boca.


- Hhhhh...


Y cuando finalmente encontró a Hari sentada en la caja y agachada como él, sus ojos se sintieron calientes. Entonces, Eugene movió sus pies lentamente.


Un paso, dos pasos….


Cada vez que caminaba hacia ella, sentía consternación. Sintiéndose como un niño perdido alejándose poco a poco de él.


Y algo nuevo estaba brotando en su corazón ... 


- Vamos.


Eugene le dijo a la niña que lo miró como antes.


Oh, ¿cómo podría expresar las palabras de este momento?


- …¿Has ido allí?


Quizás, Eugene nunca olvidaría lo que sucedió hoy hasta el día en que muera.


- Volví.


Hoy, la miríada de emociones que había experimentado por primera vez en su vida parecía estallar como un petardo.

 

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