CUIDADO CON ESOS HERMANOS capítulo 16
Capítulo 16CUIDADO CON ESOS HERMANOShace 12 meses
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Capítulo 16


Después de ese día, Hari cambió.


- ¿Quieres morir?


Eugene le preguntó después de que ella salió de nuevo con ropa fina durante la tormenta de nieve. Pero ella lo miró a los ojos con vergüenza y le ordenó descaradamente que le trajera algo de comer. Por alguna razón, la actual Hari se había convertido en alguien que desconocía.


- Hermano Eugene, ahora que te veo, eres muy lento. No puedes agarrar esto, ¿verdad? ¿Eh? ¿Eh?


- ¡Tú eres realmente…!


Es cierto, esa vez, por su acto de provocación, su cuerpo se movió sin querer por primera vez.


- ¿Qué?, ¿quién es lento?


Después de atrapar a Hari y acostarla, Eugene sonrió triunfalmente. Luego se detuvo duro como una piedra cuando la miró a los ojos.


Si pensaba sobre ello, después de haber encontrado a Hari en la nieve, Eugene se quedaba sin habla cada vez que la veía.


¿Porque en el mundo?


Fue la primera vez. Nunca antes había sido tan infantil frente a Hari. Incluso Eugene nunca jugó así con sus hermanos menores.


- Después de salir con tus hermanos, parece que has perdido la cabeza. ¡Discúlpate con Hari ahora!

 

Eugene fue regañado por su padre, quien llegó a la habitación un poco más tarde.


Luego de salir de la habitación El duque Ernst consoló a Eugene, tomo su mejilla enrojecida y dijo - Lo siento. Me sobrepase un poco frente a Hari porque pensé que sería mejor para que no hiciera un escándalo por los dulces. 


- Me preocupaba que Hari supiera sobre la droga que le dio madre.


- Sí, tú sabes todo. He estado poniendo demasiada carga sobre tus hombros.


Eso conmovió a Eugene hasta las lágrimas cuando escuchó lo que había dicho su padre. Su nariz se puso roja cuando su padre entendió la ansiedad que había tenido solo sin contárselo a nadie.


Por primera vez, quiso mostrarle su debilidad a su padre. Pero la respuesta de su padre fue diferente a sus expectativas.


- Finge que no viste eso.


- …¿Padre?


- Ahora tu madre apenas ha recuperado su estabilidad mental, ¿no es así? En el futuro… sigue fingiendo que no saber… como si no hubieras visto ni escuchado nada…


- Pero…


- Por supuesto… detendré lo de los dulces lo mejor que pueda. Sin embargo… incluso si ves a Hari comiéndoselo... no digas nada…


Su padre susurró, palmeó los hombros de Eugene y luego se volvió. Eugene se quedó solo y miró la espalda de su padre.


Crassckk ...


Pronto su mano agarró el caramelo que había estado en su bolsillo para romperlo.


*******

- Eugene, escuché que tu padre te regañó ayer.


Al día siguiente, mientras su padre estaba fuera, su madre lo visitó en su habitación mientras Eugene leía un libro.


- Aunque hayas echo mal. ¿Por qué tuvo que golpearte en la cara? 


Eugene miró fijamente el rostro de su madre, quien le tocó la mejilla. Estaba molesto y abrió la boca.


- Madre, ¿por qué le diste a Hari los dulces?


Entonces la duquesa Ernst inclinó la cabeza como si no entendiera.


- ¿Hay alguna razón por la que no debería darle?


- Madre, eso es...


Sin darse cuenta, Eugene levantó la voz y dejó de hablar un rato, rechinó los dientes. Su voz se quebró y se volvió ronca.


- Eso es una droga.


El caramelo era una droga que su madre le daba a Arina, cuando estaba enferma. Eugene ya sabía lo que era. El caramelo, con un analgésico fuerte era una droga peligrosamente adictiva y de efectos secundarios. Si Hari seguía comiendo eso ... terminaría siendo una idiota que no sabría nada ...


- Hari no es Arina.


Eugene recordaba cuan tristemente lloró su madre en su habitación después de darle a Arina los dulces.


Arina, que había estado sufriendo mucho todos los días, pero que no se podía curar, así que ... la duquesa Ernst le daba el caramelo con sus manos temblorosas todas las noches, esperando que el caramelo borrara el dolor, aunque fuera solo una alucinación.


Entonces Eugene recordó a su madre, que lloraba interminablemente sola.


- Esa es una gran historia.


Eugene nunca quiso traer de vuelta ese doloroso recuerdo. Pero esta vez, fue difícil aceptar el deseo de su padre y fingir no saberlo.


- Pareces tener un malentendido. El caramelo no es peligroso.


- Si no es peligroso...


Susurró Eugene, mirando el rostro inocente de su madre.


- Dame ese dulce también.


- No, Eugene.


La duquesa Ernst lo regañó con una mirada severa en su rostro.


- Es solo para niños enfermos.


- ...


- No puedes tenerlo, un buen hermano no le saca las cosas a su hermana, ¿verdad?


Su madre realmente creía que los dulces eran una medicina para curar el dolor. Entonces, regañó a Eugene cuando se lo pidió.

Los ojos negros de Eugene comenzaron a temblar. Lentamente, surgió un miedo profundo.


Pensó que estaba mejorando poco a poco; pensó que estaba mejor que antes...


¿pero era que sólo hacían la vista gorda y escondían sus heridas para que pareciera así?


- Madre.


Por favor, míranos también. Cabel, Erich y yo todavía necesitamos una madre.


Eugene no sabía qué hacer. ¿Acaso lo único que podía hacer era solamente ignorar todo?


- Sí, Eugene.


Sin embargo, Eugene ya no podía hablar.


- No nada.


La duquesa Ernst le sonrió como si fuera una flor floreciente ... porque se veía tan feliz en su corazón.

 

 

CUIDADO CON ESOS HERMANOS capítulo 16
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