“Oye. Mírame cuando estés en mis brazos”.
A la Elise no se le permite salir de la habitación, y pasa sus días esperando que el joven Erji regrese, recibiendo pan y siendo abrazada. Ahora es inestable y violento, pero era un niño muy amable cuando vivían como una familia en un orfanato. Iris no puede salir esperando el día en que él regrese porque no recuerda “ese día”. Recuerda su memoria perdida cuando dejó de ser obediente.
Comentarios