ESTE NIÑO NO ES TUYO (NOVELA) capítulo 9
Capítulo 9ESTE NIÑO NO ES TUYO (NOVELA)hace 12 meses
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CAPITULO 09

 

“Espera, ¿por qué dirías eso…?”

Aquellos ojos dorados la miraban directamente, y el mordisco de su boca cerrada apareció en forma de corazón.

Frustrada, Kalia miró a Shyman severamente para ver si estaba hablando en serio o no.

Torciendo una de las comisuras de sus labios, luego de una breve pausa, Shyman dijo:

“… No, no creo que estuvieras bromeando”

Pero pensándolo bien, Shyman no habría iniciado una guerra real sólo para ver su cara más a menudo.

Él no era tan descuidado, y, además, no tenía ninguna razón para hacerlo.

Kalia hizo a un lado sus persistentes dudas.

Luego, sonrió, y cara a cara con él, respondió, como si fuera algo trivial.

Ni siquiera usaba su blanca camisa correctamente, como un maestro prodigio de cualquier familia noble debería hacerlo, sino que permanecía apoyado con las manos atrapadas en los bolsillos. Shyman se encogió de hombros.

Obviamente estaba sonriendo, pero su voz poseía una irritación oculta.

Mientras las palabras de Shyman sonaban, y a pesar que no se habían visto por un largo tiempo, él no lucía feliz.

No, desde ese día, Shyman no se hallaba en un buen estado.

Quizá, los acontecimientos de ese día le parecían intolerables.

Kalia entendía la ira de Shyman lo suficiente, aunque era injusto, ya que no estaba solo.

Ella había sido sometida a actos rebeldes y desvergonzados por su amigo de confianza. ¿Qué tan miserable debía ser?

“Como era de esperar, soy una basura”

Recordando su innegable pasado, Kalia se culpó tristemente a sí misma para luego reprenderse.

“No, no debes seguir con esto. El bebé en tu vientre podría nacer con una perspectiva deprimente de la vida. Despierta. Este cuerpo y mente ya no son sólo tuyos”

Con ello en mente, Kalia había cerrado con fuerza sus puños. 

Shyman, quien la miraba de una forma compleja, preguntó.

Ella asintió ligeramente, dudando antes de abrir la boca finalmente.

Respondiendo a su fría respuesta, Kalia inhaló profundo y habló rápidamente, con una expresión honesta.

Shyman levantó su mano rápidamente para detener su habla.

Él estaba molesto, y tenía el rostro lo suficientemente pálido para hacer empalidecer a otro también.

Pero, contrario a su pálido rostro, las orejas de Shyman lucían un flameante color rojo.

“Tus orejas están rojas, ¿no es así?”

Kalia no podía creer que Shyman se sintiera tan humillado que sus orejas se habían vuelto rojas. Era tan raro que estaba perpleja.

“… ¿Qué rayos?”

Kalia no pudo evitarlo e inclinó inconscientemente la cabeza.

Ella observó a Shyman de cerca.

Él parecía estar susurrando para sí mismo, tocando y desordenando su hermosa cabellera plateada que brillaba bajo la luz de la luna.

Un par de cabello se extendieron finamente sobre su impoluta frente.

Su profunda respiración era lo suficientemente fuerte para sacudir su pecho, y con voz reprimida dijo:

Murmuró severamente, apretando los dientes.

Mientras Kalia estaba muda de vergüenza, Shyman murmuró tensamente como si ella aún estuviera atónita.

Shyman, quien estaba furioso, dejó de hablar, mordiéndose los labios firmemente.

Exhaló profundamente y dirigió su mirada a Kalia nuevamente.

Susurró con un aire desesperanzado y de profunda consternación.

Pronto, abrió su boca nuevamente, pero esta vez de forma más correcta. 

“No pudiste levantarte, no te levantaste, ¿cuál es la diferencia?”

Kalia, cuyos labios dibujaban un puchero, asintió, y los ojos de Shyman se iluminaron.

Shyman gruñó furiosamente una vez más.

No. Entonces no te molestes.

Era eso, a Kalia parecía molestarle ello. Era muy molesto.

Durante ese tiempo, ella sólo quería pasar tiempo en paz, confortando al bebé en su vientre.

Como si hubiese leído sus pensamientos, Shyman la llamó con una voz suave y soltó un corto suspiro.

“… ¿Por qué preguntas eso?”
Kalia reflexionó seriamente sobre el repentino cambio de dirección, pero no pudo comprenderlo.

Cuando Kalia le señaló que no entendía, él explicó con amargura, sacudiendo su cabello desordenado.

Con una expresión perpleja, Kalia preguntó.

Kalia, quién estaba alterada, dijo, después de un rato.

Mientras tanto, Shyman lucía perplejo, parecía haber olvidado lo que iba a decir.

Luego, arrugó su gesto a causa de lo que ella había dicho.

Y, con un corto hechizo, disparó un rayo en medio del jardín del palacio imperial, como si no hubiese podido soportar algo que surgía dentro del él.

Detrás de él, hubo otro gran destello de un rayo.

¡Salvaje, retumbante rayo! ¡Realmente salvaje!

“… Y nuevamente, el bastardo ha hecho estallar otro jardín del palacio imperial”

Era muy afortunado que hubiera incluso un tipo de magia que pudiera reparar cosas.

Observando a Kalia, quien tenía una expresión desconcertada, Shyman le habló rápidamente.

Estaba en problemas.

Kalia no pudo ocultar la complejidad en su gesto, pero asintió una vez, mirando aquellas afiladas pupilas.

Sólo entonces, Shyman se dio la vuelta, luciendo satisfecho.

En un impulso, mientras estaba de pie viéndolo irse, Kalia abrió la boca.

Cuando lo llamó, dudó por un momento, mirándolo, mientras él la miraba.

Pero no podía deshacerlo, ya lo había llamado.

Con cuidado, abrió su boca nuevamente.

Shyman observó a Kalia a causa de su abrupta pregunta.

Mientras descifraba sus intenciones escondidas, Kalia añadió, con una risa nerviosa.

Desde algún punto, Shyman odiaba mucho a los niños.

Y ya que Kalia estaba hablando de niños, él no pudo evitar alarmarse.

Sin importar si era un bebé recién nacido o un niño levemente mayor, si había niños cerca, se llevaba a Kalia lejos del lugar.

Así era como Shyman reaccionaba, pero, ¿no sería un poco diferente si fuera suyo?

Kalia había lanzado tal extraña pregunta para intentar sacar algo de esperanza que incluso ella no tenía.

Shyman la miró con una expresión extraña, una que no podía ser descrita en una palabra, y pronto, mordió su labio como si estuviera pensándolo.

Luego de un momento, levantó sus labios para hablar.

Ante sus resolutas palabras, Kalia miró a Shyman con una expresión rígida sin siquiera darse cuenta.

Por alguna razón, él enfatizó nuevamente, con una expresión llena de convicción.

“Como esperada”

Shyman, quién miró levemente a Kalia, suspiró, y luego dijo bruscamente.

“Bueno, es porque llevo a tu hijo en mi vientre, tú, hijo de p*rra…”

Kalia, una vez más, se hizo una firme promesa, mientras veía a Shyman alejarse.

Después de eso, no debería decirle una sola cosa sobre niños a Shyman.








Shyman, quien había estado caminando por una considerable cantidad de tiempo, se detuvo justo antes de entrar al vestíbulo.

Luego, regresó medio camino y vio a Kalia, caminando casualmente a la distancia.

Aquella cabellera limón, que estaba atada, se sacudió y brilló bajo la luz de la luna.

La luz de la luna la envolvió entre la oscuridad.

Era como si la luz oculta del sol hubiera repelido la oscuridad de la noche y brillaba solo para ella.

La había visto tantas veces por detrás, y aún así, quedaba cegado cada vez que la veía.

Una mujer tan sincera quien no sabía cómo sostenerse, firmemente, sola, ahora estaba de pie, sosteniendo en alto su barbilla y mirando solamente hacia adelante.

A diferencia de aquel suave cabello, sus manos estaban cubiertas con duros callos.

Había heridas causadas por flechas que cayeron en el rango justo para perforar sus hombros, una larga espada descansando en su sólido y marcado abdomen, y marcas en el brazo derecho por haber sido desgarrado y unido nuevamente.

Shyman vertió su maná en ello por tres días y tres noches, logrando unirlo, pero las marcas por haber sido arrancado no desaparecieron completamente.

Había heridas y marcas que probablemente durarían toda la vida.

Eran su honor, la marca de su esfuerzo, un testimonio de su actual existencia.

Y, a diferencia de otros aristocráticos, Kalia no estaba avergonzada de su mano, que estaba tan arrugada como la mano de un monstruo.

Los tontos aristócratas eran sarcásticos y la señalaban como “Kalia, la mujer de hierro”, mientras ellos se escondían en las sombras de la alta sociedad; pero, esas palabras ni siquiera alcanzaban sus oídos.

En cierto modo, era una fortuna que Kalia no tuviera tacto, que no pudiera estar a la par de las habilidades de conversación de las muchachas nobles, o que no estuviera muy interesada en la conversación de otros.

Gracias a ello, su corazón y sentimientos se mantuvieron protegidos, a diferencia de su cicatrizado cuerpo.

“… Eres una mujer fuera de peligro gracias a tu densidad”

Eso era lo que a él le gustaba de ella.

Era tan gracioso que Shyman rio sin darse cuenta.

Una pequeña caja cuadrada rodó a la palma de su mano después de sacarla de su bolsillo.

Shyman, quien estaba jugueteando con ello en sus dedos, recordó las palabras que Kalia había dicho hace poco.

“Hablaste una vez de matrimonio. Cuando te cases, pensarás acerca de tener un hijo… pero puede que aún los odies”

Él estaba seguro de que ella realmente tenía algo que decir, que incluso la densa Kalia habló de esa forma.

“Luina, la princesa de Ains”

Shyman frunció el ceño y recordó la mañana de ese día.

 

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