CAPÍTULO 39
Hummin, algo confundida, abrió la boca con cautela.
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“¿Tuviste una alucinación?”
‘¿Alucinación? ¿Fue una alucinación?’
Kalia negó con la cabeza y respondió después de pensarlo seriamente.
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“Tengo entendido que las alucinaciones en el bosque de hadas te muestra aquello a lo que deseas más o a las personas que extrañas. Pero lo que vi antes era una mujer extraña. Y sobre todo, lucía como un hada.”
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“Ah, bueno, ¿y si tal vez era un hada que vive en este bosque?”
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“Tal vez.”
Esa era la hipótesis más creíble. Aunque, era un poco extraño que una hada como esa deambulara sola por el bosque.
Las hadas de ese tamaño, casi como la de un humano, eran mayormente hadas de clase alta. Miembros de la llamada ‘tribu de hadas’.
Son muy unidas, y usualmente no caminan solas.
‘Eso quiere decir…’
En otras palabras, podrían haber otras hadas cerca.
Kalia miró a su alrededor lentamente, con más escrutinio. Pero, no pudo percibir el espíritu o energía de otra hada.
Sin embargo, pudo ver el cabello rubio revoloteando detrás de un árbol, más cerca que antes
‘¿Por qué está allí?’
.
Kalia se quedó mirándola algo curiosa, y al asomar su cabeza, sus ojos se encontraron con los de la hada mientras la observaba.
Quizá por timidez, la hada se escondió rápidamente detrás del árbol y pataleó.
No pudo escucharlo claramente, pero parecía que la hada había gritado. ¿Escuchó mal?
Kalia frunció el ceño y se quedó observando detrás del árbol por un momento.
¿Se estaba escondiendo o no?
‘Pensé que se había ido, pero sólo vino más cerca. No puedo creer que haya sido tan descuidada sólo para curiosear…’
Se había escondido en un tronco tan delgado que no cubría del todo su torso y, su cabello y ropas sobresalían por los lados. Sin hablar de la tierra que salpicaba cada vez que estampaba sus pies en el suelo. Su forma de esconder gritaba ‘aquí estoy’ con su cuerpo.
Humming ladeó la cabeza mientras miraba extrañada a Kalia, y suspiró profundamente.
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“Oye, Kalia. ¿Qué hay allí?”
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“Detrás de ese árbol, esa persona, no, esa hada, ¿no la ves, humming?”
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“¿Detrás de ese árbol? No hay nadie allí.”
Cuando Humming respondió como si no supiera de lo que hablaba Kalia, ella empezó a alternar la mirada entre Humming y el árbol en el que se escondía la mujer.
Después de un pequeño silencio, Kalia preguntó de nuevo.
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“... ¿En serio no la ves, Humming?”
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“¿Eh? No. No hay nadie… ¿Por qué?¿Qué se supone que tengo que ver?”
Kalia parpadeó, confundida, mientras miraba a Humming.
‘¿Qué pasa? ¿Realmente estoy teniendo una alucinación ahora mismo?’
Mientras miraba hacia el árbol con desconcierto, la mujer que se escondía se asomó de nuevo y la miró.
Y, luego, sacudió sus manos nuevamente, saludándola como si la conociera.
Cuando la miró con el ceño fruncido, la mujer bajó la mano con torpeza y se rascó la mejilla.
Lucía algo incómoda por sus mejillas sonrojadas y sus ojos que vacilaban.
‘... ¿Quién demonios es, esa criatura?’
Sería bueno si pudiera atraparla y la quitara de su camino o revelara su identidad, pero no tenían el tiempo necesario en ese momento.
Sólo estaba mirando, no parecía que quisiera hacerles daño.
Kalia giró la cabeza, después de estar preocupándose por un rato. No tenía sentido.
‘Tenemos que encontrar a los niños primero’
Por la forma en la que se escondía de cerca, no parecía que tuviera una compañera o amiga.
Kalia se apresuró a encontrar a los niños, dejando atrás a la sospechosa hada.
***
“Rayos.”
Kalia se encontraba preocupada, parada en la mitad de un camino.
Ya que se había encontrado con una extraña hada, había perdido el rastro del lobo.
Se quedó de pie allí por un momento y miró a su alrededor.
Cuando agudizó sus sentidos, pudo percibir el olor a sangre en la punta de su nariz.
Era olor a sangre mezclada con agua.
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“Pudo escuchar el ruido del agua por allí. Vamos hacia allí primero, Humming.”
Puede que haya ido a limpiar la sangre de sus heridas, o quizá estaba sediento por la gran cantidad de sangre que perdió. De cualquier forma, sería mejor ir para allá primero.
‘Espero que los niños estén a salvo’
No sabía si podían haber más de esos monstruos, aparte del que había atacado a Kalia hace unos momentos. Es por eso que Kalia llevaba algo de prisa.
Justo antes de que Kalia comenzara a avanzar, algo la detuvo de la muñeca.
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“¡...!”
No, sólo lo estaba imaginando. Aparentemente, la mano de la mujer le sostenía la muñeca, pero no era el toque de su mano.
Kalia giró la cabeza y observó al hada que la había tocado. Antes de que se diera cuenta, la hada se paró a su lado sin esconderse más y la abrazó con todas sus fuerzas.
Ahora que la veía de cerca, no podía encontrar muchos signos característicos de las hadas.
Por su desvaneciente presencia parecía ser un hada débil.
En ese momento, el bebé empezó a patear y moverse como loco en su vientre.
Como si reaccionara ante el hada frente a él.
‘¿Esto por la sangre de elfo? No estoy segura si es la sangre mitad-elfo de Shyman la que responde. Aunque, aún así, la reacción no sería tan fuerte…’
Kalia miró al hada con extrañeza.
La hada jadeó, sosteniendo la mano de Kalia, suplicándole que vayan hacia el otro lado.
Tenía la apariencia de una mujer un poco más pequeña que Kalia pero un poco más alta que Humming, pero su rostro era jovial y puro como si fuera una adolescente o una veinteañera.
No había ningún tono de malicia o burla en la mirada suplicante que le daba a Kalia.
Si no, extrañamente, tenía un atisbo de simpatía.
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“¿Qué estás haciendo”
Había sido sujetada y detenida de la muñeca por una hada, pero eso no significaba que Kalia se dejaría arrastrar por la hada.
De pie e inmovil en su sitio, con la mirada fría, Humming la observó como si se preguntara si le pasaba algo.
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“¿Por qué estás parada allí así, Kalia? ¡Ah! ¿E-Es por lo que dijiste hace rato? ¿Esa hada te está sujetando la mano ahora mismo?”
Sorprendida, Humming intentó alejar al hada, que solo era visible a los ojos de Kalia, agitando su larga espada en el aire.
Como si la larga espada agitándose imprudentemente fuera un problema para ella, la hada miró a Humming, quien se estaba acercando, y caminó hacia ella.
Humming, que estaba agitando torpemente su espada, fue golpeada por el pie del hada y cayó hacia atrás.
¡Ughak! Gritó humming, al tiempo que caía y su trasero tocó el suelo.
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“¿Q-Qué? ¿Quién es? ¿Quién está allí? Hada, ¿eres tú? ¡Muéstrate ahora!”
Humming señalaba repetidamente con su dedo hacia el aire.
Entonces, el hada que sostenía la mano de Kalia fuertemente, sacó su lengua hacia Humming como si le hubiera dado su merecido.
Kalia negó con la cabeza mientras veía la pelea infantil de Humming, sacudiendo su espada por el aire, y la hada, quien molestaba a Humming por la espalda sin poder ser vista.
Kalia intentó soltarse, ignorándola, pero la hada sujetó su muñeca con mayor fuerza.
La observó y volvió a jadear para rogarle que fueran por el otro lado.
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“¿No puedes hablar?”
Kalia preguntó amablemente, a su modo. La hada dudó un poco y negó con la cabeza.
No puedo hacerlo.
Pudo escucharlo como un susurro del viento contra sus oídos.
Kalia asintió con la cabeza y habló nuevamente.
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“No tengo tiempo para jugar contigo ahora. Tengo que buscar a unos niños que deben estar sufriendo.”
La hada vaciló un momento, pero asintió como si lo supiera. Dió un golpe en su pecho y sacudió la mano de Kalia insistiendo en ir por otro lugar.
‘... ¿Puedo confiar en ella?’
La hada lucía desesperada, como si pudiera leer la sospecha en la expresión de Kalia.
De todas formas, el rastro terminaba allí, así que podían ir hacia cualquier lado.
Que hubiera agua no garantizaba que los niños o el monstruo estuvieran por allí.
Quizá esa hada sabía realmente dónde estaban los niños.
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“Está bien. Te seguiré. Pero, si los niños no están o estás jugando conmigo…”
Los ojos de Kalia estaban serenos. Mirando al hada de forma insensible, dijo secamente.
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“Voy a lastimarte.”
Kalia la amenazó tranquilamente con una voz lánguida.
Si el hada realmente les llevaba con los niños, no se sentiría nada más que agradecida. Pero, Humming y Kalia tomaban demasiado riesgo si resultaba ser una broma o una mentira.
Ya que las dos estaban juntas, no había nada que temer. Sin embargo, no tenía más opción que ser un poco tosca porque de ellos dependía la vida de los niños.
Había sido como una apuesta, el seguir a esa extraña hada...
Aunque, de alguna forma, Kalia sentía que podían confiar en ella.
La extraña hada hizo contacto visual con ella. Pronto, Kalia le respondió con una sonrisa cordial.
La hada sacudió la cabeza y señaló sus labios.
‘Por aquí’
Kalia mirando la espalda de la hada, después de que gesticuló y empezó a caminar, caminó lentamente detrás de ella.
***
Era un enorme charco de flores.
Los colores de todo el mundo parecían reunirse en esa vasta tierra.
Las incontables flores se extendían como fuego.
El olor de las flores en el aire fue arrastrada por el viento y estimuló el sentido del olfato de Kalia.
Estaba cegada por las coloridas flores, y se sentía mareada.
Las flores se mecían con el viento.
Era como si las tres personas que habían entrado al lugar estuvieran siendo bienvenidas.
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“Cielos…”
Esa fue la única palabra que Humming, que tenía la boca abierta y tensa, pudo soltar de sus labios. Así es, era una escena tan exultante que era lo único que los humanos podrían decir al verla.
El sonido, el olor, y el color de las flores que se mecían en el viento eran perfectos.
También lo era, el espíritu de las flores que volaban inocentemente unas sobre otras, y la imagen de Kalia parada en medio de ellas.
Como una hada nacida y criada allí, Kalia estaba de pie y con la mente en blanco en medio del campo.
Continuará...