CUIDADO CON ESOS HERMANOS capítulo 82
Capítulo 82CUIDADO CON ESOS HERMANOShace 2 meses
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Capítulo 82

- ¿Qué pasa con las flores de repente?

Abrí mucho los ojos cuando vi a Eugene regresar a casa. Fue por el ramo de flores en su mano. Probablemente no me lo compró, así que me pregunté si a Eugene le gustaban las flores.

- Rowengreen lo trajo.

¿El señor Rowengreen?

Eugene miró las flores y entrecerró los ojos. No sabía por qué, pero parecía que la razón por la que Rowengreen traía esas flores no era buena. El ramo que tenía en la mano parecía estar decorado como un regalo. E incliné la cabeza con asombro, ¿Por qué Rowengreen le regaló un ramo de rosas a Eugene?

- Rosas... es bonito. Pero después de que dije eso, Eugene de repente llamó a la criada que estaba a su lado.

Ponlo en un jarrón y llévalo a la habitación de Hari.

- Sí, Duque.

Mirándolo, le pregunté. - ¿Puedes dármelo?

- Es mío, puedo hacer lo que quiera.

Uf, al Sr. Rowengreen le decepcionaría escuchar eso.

Después de todo, a Eugene no parecía gustarle mucho las flores. Entonces, debe haber estado tratando de deshacerse de las flores que le di. Decidí no preguntarle sobre la peonía que le obsequié la última vez.

- Lo haré. Dámelo.

Cuando extendí mi mano, sus ojos se quedaron mirando mi revés, que todavía tenía las marcas de quemaduras por un momento. Pero Eugene no dijo nada.

- Recibí una invitación de la señorita Velontia.

La mano de Eugene se detuvo por un momento. Tomé un ramo de él y dije como si pasara, - Ella dijo que quiere vernos y hablar con nosotros dos algún día.

De hecho, esperaba conocer pronto a Rosabella Velontia. Ya que ella era la prometida de Eugene y yo su hermana menor, aunque no estábamos emparentados por sangre.

- Estoy pensando en enviar una respuesta, diciendo 'Sí'.

Si ella no me hubiera enviado la invitación, probablemente le habría pedido que nos conociéramos primero - Pensé que deberías saberlo.

- Okey.

Como dijo Eugene la última vez, no le pedí permiso. Eugene también respondió con calma como si fuera algo natural.

- Lo tendré en mente. Gracias por decirme.

No vi ningún sentimiento de Eugene. O no le gustó que  conociera a su prometida o, por el contrario, se alegró de que yo intentara conocerla. Pero Eugene en realidad parecía no tener nada que ver con si conocía a Rosabella Velontia o no.

- Voy a encontrarme con Louise pronto en la tienda boutique. No debería verme descuidada ya que voy a conocer a tu prometida. Lo dije en broma y me reí de él, haciendo un sonido de coqueteo.

- No le gustará tu atuendo sin importar lo que uses. Después de eso, Eugene se rió y continuó. - Asegúrate de llevar a Ethan contigo cuando salgas.

Ethan todavía estaba detrás de mí cuando sus ojos se encontraron. Ethan inclinó la cabeza como si supiera lo que había dicho Eugene.

Sostuve un ramo de rosas en mis brazos y vi a Eugene subir las escaleras primero.

 

 
 

- ¡Hari!

Unos días después, me encontré con Louise.

- ¡Te extrañé, hermana!

Tan pronto como me vio, se dio la vuelta y con mucho gusto me agarró la mano.

- ¡Yo también te extrañé! ¿Cómo has estado? Me uní a ella. Nos reímos y nos tomamos de la mano y nos convertimos en chicas ruidosas en medio de la calle. Los ojos de la gente se centraron repentinamente en nosotras dos, que estábamos vestidas de manera brillante, con faldas aleteando a los lados del bulevar.

Pero no nos importó y disfrutamos nuestro reencuentro al máximo y luego nos detuvimos nuevamente.

- Estoy tan aburrida sin ti en casa. Dijo Louise.

- Siento lo mismo. Así que es un placer verte así hoy.

De hecho, no hace mucho tuvimos una conversación cara a cara a través del canal de comunicación. Aun así, al encontrarnos en persona, se sintió tan diferente.

Me reí mientras arreglaba el sombrero de Louise, que acababa de torcerse después de nuestro emocionado saludo. Entonces, de repente, sus ojos se volvieron hacia mi espalda.

- Oh, hermana. ¿Quién es el que está detrás de ti?

Louise probablemente se dio cuenta de la persona detrás de mí. Sus ojos se abrieron de par en par cuando la miré y solté una gran carcajada.

- Es Sir Bishop, mi escolta.

- Impresionante, es totalmente mi tipo. Louise levantó el pulgar con admiración.

- ¿Sir Bishop? ¿Cuál es tu nombre? ¿Cuál es tu número de contacto?

Oh, Louise, ¿Cómo pudiste ser tan atrevida? Me había preguntado durante mucho tiempo dónde aprendió y siguió estas cosas. ¿Fue Becky, su niñera? ¿O Marianne, su mejor amiga?

Pero Ethan respondió a la pregunta de Louise con franqueza. - No mantengo conversaciones privadas cuando estoy de servicio.

Ethan era como una dulce calabaza. Sin embargo, Louise no se ofendió por tal actitud, por el contrario, se veía aún más asombrada.

(N/T: Dulce Calabaza significa asertivo / decidido)

- Vaya, eres tan de mi tipo. Levantó el pulgar una vez más. Parecía que Louise estaba bastante feliz con Ethan.

Bueno, para mí, el rostro de Ethan encaja perfectamente con su gusto. Me preguntaba si a Louise le gustaba un tipo tranquilo como él. Era la primera vez que lo pensaba.

- Debería encontrarme contigo afuera más a menudo en el futuro. Susurró Louise en mi oído con una cara encantada.

- Detente, vamos adentro.

El lugar que visitamos hoy fue Queen Arabella Boutique. Este fue el lugar donde personalice mi vestido de novia mojado por las lágrimas en mi vida anterior.

Uh, me sentía triste cada vez que pensaba en eso. ¡Porque era mi vestido de novia, que gané a través de mucha competencia!

La gente en la boutique nos dio una gran bienvenida, - Oh, queridas, ustedes son nuestras preciadas invitadas. Por favor, entren.

En primer lugar, Al Azur era una familia conocida en Arlanta, además de Ernst y Bastier, que eran dueños de Queen Arabella. Y había hecho una reserva para hoy desde el día de la inauguración de la boutique.

Pero en mi opinión, concertar una cita fue definitivamente más fácil en comparación con el futuro, cuando tuve que esperar más de un mes para conseguir la ropa aquí.

- Es un estilo que normalmente no uso, pero también es bonito. ¿Cuántas piezas comprarás hoy?

- Bueno, ¿Quizás sean dos o tres pares primero? ¿Tú qué tal?

- Eso es suficiente para mí también. La próxima vez, debo traer a Marianne aquí.

Louise y yo miramos la ropa del armario. Íbamos a hacer pedidos hechos a medida, no listos para usar. Entonces, una vez que decidí el tipo de vestido que quería, tuve que discutir con Madame, la dueña de Queen Arabella, para establecer un diseño detallado. Además, era la primera vez que veníamos a este camerino, así que hoy tuvimos que tomarnos las medidas.

- Entonces tómense su tiempo. Si necesitan algo más, no duden en comunicárnoslo.

Nos sentamos en los mullidos sofás y pasamos un rato relajadas bebiendo té en el camerino.

- ¿Qué quieres decir? ¿Me estás pidiendo que espere?

De repente, un fuerte ruido vino del exterior.

- ¿No sabes quién soy?

Era la voz de una mujer bastante grosera. Louise y yo nos miramos por un momento y luego miramos la puerta de la habitación donde estábamos.

- ¿Quién diablos está dentro?

Honestamente, era algo común que algunos nobles no aceptaran fácilmente el hecho de que tenían que esperar el turno de otra persona. ¿Pero era ese un pensamiento útil?

De alguna manera, al escuchar la conversación afuera, sentí que conocía quién era ella.

- ¿Qué? ¿Ernst?

De repente, desde afuera, escuché la voz sorprendida de esa persona. Inmediatamente después de eso, la voz de alguien cruzó por mis oídos con el sonido de un zapato caminando y una voz que parecía deprimirse.

- ¿Debería detenerla?

Ethan, en la parte de atrás, preguntó en voz baja. También pareció sentir una sensación extraña que estaba sucediendo afuera.

Negué con la cabeza a Ethan, - Por favor, espera un momento.

Al escuchar su voz, parecía que era una dama aristocrática de todos modos, pero no hasta el punto de causar problemas al guardia para lidiar con eso. Además, pensé que era alguien que conocía.

La entrada a la habitación en la que estábamos estaba separada por una cortina, no por una puerta.

- ¡¡Realmente no deberías hacer esto…!!

- ¿Qué quieres decir con que no debería?

La tela roja se levantó con un sonido de aleteo después de un momento, tan pronto como la voz se filtró dentro. Y la protagonista del lío que finalmente apareció ante nuestros ojos fue una chica rubia cuyos ojos estaban levemente levantados, desprendiendo un sentimiento amargo.

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