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HISTORIA PARALELA – CAPÍTULO 68

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Traductora: Maggie

 

Correctora: Maggie

 
 
 

CAPÍTULO 68

“Están todos reunidos, su alteza”.

Tan pronto como llegó al palacio real, Roman no pudo tomarse un descanso por llevar a cabo los asuntos de política.

“La señorita Weiand, el vizconde Grant y la señorita Royne, llegarán por separado, así que cuídalos”.

“Sí”

Cuando entró a la sala de reuniones, todos los nobles que habían llegado antes inclinaron la cabeza.

“¿Ha estado bien, su alteza?”

“No estoy mal. Mientras venía, noté que la producción general había bajado mucho. ¿Hay alguna razón?”

Preguntó, reemplazando sus saludos con palabras cortas.

“Es por que la cantidad de personas que pueden trabajar está disminuyendo en estos días”.

El marqués Flynn agregó rápidamente, comenzó a informar a Roman como lo hacía siempre.

“¿Quieres decir que toda la gente común se ha convertido en aristócrata?”

La voz de Roman estaba mezclada con tono de crítica.

Algunos esclavos que pertenecían a los nobles en el Reino de Barua, los estaban convirtiendo en trabajadores de producción a través de la selección. Todavía estaba en fase de desarrollo y eran pocos, pero no podía existir una situación en la que la fuerza laboral disminuyera.

“Hubo muchas muertes”.

“No es una enfermedad infecciosa. Sin embargo, han estado usando medicamentos para aliviar el dolor en estos días”.

El conde Mia ayudó en silencio.

“¿Cuál es el resultado de la investigación?”

Preguntó Román.

“Se dice que el uso ha aumentado exponencialmente durante las recientes operaciones. Como resultado, cada vez más personas se quejan de letargo o sueño. Pensaron que era un efecto secundario, así que dejaron de usarlo por un tiempo”.

“Los legisladores dicen que es bastante efectivo”.

Roman estaba preocupado por las palabras de los nobles. Hay efectos secundarios, pero a largo plazo son útiles.

“Entonces tendremos que encontrar una manera de usarlo”.

“Sí. Ya comencé mi investigación”.

Cuando lo que más le preocupaba llegó a su fin, el resto transcurrió sin problemas.

 

~ Ω ♣ Ω ~

 

Prillance había regresado de encontrarse con el quinto caballero y estaba limpiando su túnica. Él contó la misma historia que los caballeros que había conocido antes. Tuvo que ocultar la sonrisa que intentaba asentarse en la comisura de su boca mientras limpiaba su túnica.

Cuanto más escuchaba, más se convencía de que el marqués Weiand no podría haber sido el autor intelectual del asunto de la familia Grand.

Además, ella y Ver confirmaron sus sentimientos el uno al otro. Ayer su corazón estaba triste, pero hoy se sentía como si estuviera flotando en el cielo.

*Toc, toc.

“Soy yo”.

Prillance arregló rápidamente la túnica y abrió la puerta. Ver se paró frente a ella.

“Escuché que saliste un rato”.

“Oh, di un paseo”.

Parecía estar hablando del encuentro con el caballero de los Grant. No podía dejar que Ver supiera que salió para ese asunto.

“¿Disfrutaste tu paseo?”

“Sí. Sir Dino me acompañó”.

Añadió Prillance.

“¿Podemos salir de nuevo?”

“¿Ahora?”

“Si estás cansada, está bien”.

Ante la pregunta de Prillance, Ver expresó su intención de estar tranquilo.

No estaba cansada. Pero fue un poco inesperado. No puede odiar el tiempo con Ver.

“Muy bien”

Cuando Prillance bajó con un abrigo grueso que le dio la criada, Ver ya estaba frente al carruaje. Tenía una manta gruesa y un abrigo en la mano.

“Traje uno más, en caso de que la señorita tenga frío. El viento es frío en Miniphy”.

Prillance pensó que el abrigo ya era grueso, pero para Ver no era demasiado grueso. Ver pensaba que la ropa que usaba Prillance era delgada y podría resfriarse con la brisa del mar.

Ella se rio de su disposición. La última vez fue lo mismo, cuando Ver le llevó un abrigo en la terraza. En su mente, parecía que ella estaría a punto de colapsar con el viento agitado.

El carruaje llegó antes de lo esperado. El paisaje estaba todo oscuro cuando Ver se bajó, Prillance lo siguió. Había algunas luces alrededor, pero la razón por la que se veía negro era porque era la playa.

“Por aquí”.

Ver tomó la mano de Prillance y se movió. No estaba completamente oscuro porque el conductor les seguía con la lámpara. En el lugar donde ellos se detuvieron había un pequeño barco.

Ver subió primero y ayudó a Prillance a viajar con seguridad. Puso la lámpara en medio de ellos.

“Estoy seguro que te gustará”.

No estaban cerca, pero se podía ver otros barcos ubicados a lo lejos. En ese momento, sopló un fuerte viento y su cuerpo tembló un poco por reflejo. Pronto sintió un calor cálido cobijando su cuerpo. Ver la había cubierto con la manta que había traído.

“Gracias. Tendré que usarlo más grueso la próxima vez”.

Dijo mientras agarraba la manta que Ver había envuelto alrededor de su regazo. Como él dijo, el viento de Miniphy era un poco frío.

“No te preocupes, me prepararé”.

El abrigo que Ver había preparado, fue envuelto diligentemente en el cuerpo de Prillance. A Ver le gustó el ‘siguiente’ que Prillance pronuncio. Ello significaba que ella estaría a su lado.

Ese momento.

*¡Pop!

Se escucharon los gritos de la gente.

“Wow…”

Exclamó Prillance al mirar hacia el cielo. Fue una chispa. El cielo estaba iluminado con fuego como si estuviera haciendo flores. Hermosos colores estallaron uno tras otro y florecieron. Los colores llamaron la atención de Prillance.

“Es hermoso”.

No podía apartar la vista de los fuegos artificiales que estallaban uno tras otro.

“Me alegro”.

Fue sólo ante esa cara que Ver se sintió aliviado.

“¿Sabías sobre los fuegos artificiales?”

“Sí”.

Estaba un poco sorprendida por algo que no había oído hablar. Se celebraba todos los años al día siguiente de la celebración del festival.

‘No era su primera vez’

De repente lo pensó. No creía que ella fuera la única en ver esta hermosa escena con Ver. Los sentimientos que siguieron fueron decepcionantes.

“Esta es la primera vez”.

“¿Si?”

“…Esta es la primera vez que lo veo en un barco”.

Ver tomó la mano de Prillance.

“Únicamente lo he visto en el castillo todos los años”.

Cada vez que los sirvientes hablaban de lo maravilloso que eran los fuegos artificiales en la playa, Ver simplemente los imaginaba en su cabeza. En ese caso, los fuegos artificiales se podían ver mucho mejor en el castillo, así que no podía entender por qué estaban haciendo tanto alboroto.

“Así como estaba con la señorita al principio, la señorita también se unió a mí por primera vez”.

Él parecía conocer el sentimiento. Una hermosa escena se desarrollaba frente a ellos, y los alrededores se llenaban de sonidos de la naturaleza. Aparte de eso, eran solo ellos dos en el bote.

Ver pensó que no siempre podría estar junto a Prillance, a quien conoció tarde. Aun así, fue agradable pasar tiempo con ella en su primer festival. Sus pensamientos eran que quería darle sus primeras experiencias.

“Gracias por estar conmigo”.

El corazón de Ver fue transmitido a Prillance. El arrepentimiento que sintió por un tiempo desapareció con el viento. Ella entrelazó los dedos en su mano.

“La próxima vez, intenta algo nuevo para los dos”.

“Muy bien”.

Varios colores se reflejaron en sus rostros y desaparecieron en los fuegos artificiales que aún estallaban, pero los rostros de los dos, que sonreían brillantemente mientras se miraban, permanecieron iguales.

 

~ Ω ♣ Ω ~

 

“Estoy aquí para decirte algo”.

Era la voz de alguien que llamaba a la puerta donde se alojaba Ralph. Pensando que no le gustaba la elección de las palabras, inmediatamente abrió la puerta al sonido de un golpe.

“Que la gracia de Dios esté con vosotros”.

Era el saludo de un hombre vestido con una túnica tratando de hablar como un santo, Ralph pensó que la gracia era falsa.

Sin embargo, solo asintió en silencio sin decir nada. Parecía amable con una sonrisa, pero sabía que no era una persona común.

“Lamento que sea un lugar tan lamentable”.

La voz de Ralph no tenía sinceridad, ello hizo que el hombre se riera en voz baja. Aunque él trató de esconderlo, no fue posible. Eso podría haberle gustado bastante.

Ralph sirvió el té con el agua de una tetera preparada previamente. Obviamente, solo el té caro y bueno parecía tener un sabor suave y delicioso. No fue hasta que la fina taza fue colocada sobre la mesa con un rudo movimiento, que los dos se enfrentaron.

“Estoy seguro de que estás haciendo lo que él te dijo que hicieras, ¿No es así?

“Sí”.

Ralph respondió felizmente a la pregunta del hombre. Ha sido muy divertido últimamente desde que perdió la alegría. A veces era mejor que escuchar a las mujeres lloriquear.

“A él le gusta mucho tu nuevo método”.

De hecho, Ralph fue el primero en utilizar ese método. A diferencia de Ben que siempre se molestaba, a “él” le gustó. Le dijeron que contactara a Ralph por separado y lo apoyara más. Esa palabra fue la que desató el hilo de la razón de Ralph.

“Y te pido tu continuo apoyo”.

Su orden le dio un nuevo placer a Ralph, que se había convertido en una persona que fue marginado. Al venir a Ralph y bajar la cabeza, se preguntaba si sería así como se sentía ser Dios.

El hombre que había venido a transmitir el mensaje solo dijo eso y permaneció en silencio por un momento.

“¿Estás aquí para decir eso?”

Ralph preguntó porque se preguntaba si lo habían enviado sólo para decir lo que se podía transmitir por carta. No debería haber estado nervioso. Pensó en eso.

“Oh, casi lo olvido”.

Mirando la reacción del hombre, no parecía ser la única razón. Parecía que lo había olvidado por un momento.

“Me pidió que te diera un regalo”.

El hombre dijo eso y bebió el té hasta el final. Antes de irse, le entregó a Ralph un papel.

“Lo descubrirás muy pronto”.

Sin ninguna otra explicación, solo dijo eso y se fue tan silenciosamente como vino.

Al mismo tiempo, Cecia llegó al reino de Barua, había partió de Miniphy antes que Prillance y Ver. Fue directamente al lugar donde se encontraba el depósito. Era un lugar para almacenar mercancías y un lugar con alojamientos. Necesitaba algo en lo que concentrarse.

Cuando su carruaje llegaba a su destino, encontró a un hombre que bajaba del piso superior, que se utiliza como estancias para las personas que visitaban el territorio. Se dio cuenta de que llevaba una túnica. Pero pronto se olvidó de él. Esto se debió a que algunos de los vendedores a veces no querían mostrar sus rostros.

En el momento en que Cecia estaba pensando en ello, llegó a la propiedad de la familia Royne.

El carruaje entró directamente en el almacén. Al llegar, la gente trasladaba la mercancía al almacén. La mayoría eran “medicamentos nuevos” traídos de Miniphy.

Mientras cargaban cosas, ella estaba mirando una lista de cosas para llevar. Los artículos que no pudieron ser transportados a Miniphy tuvieron que ser devueltos al Reino de Barua.

“Aquí estamos”.

Cecia fue sorprendida por la voz inesperada, Ralph estaba sentado allí.

 
 

Continuará…

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