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HISTORIA PARALELA – CAPÍTULO 33

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𝕿𝖗𝖆𝖉𝖚𝖈𝖈𝖎ó𝖓: °: ⋆ AeruginosaNat⋆

Corrección: Marshall

 

Capítulo 33

 

Mesas redondas estaban por todas partes. Solo pequeñas luces se colocaron en unos pocos lugares.

 

La gente estaba concentrada en cada mesa, y se oían gritos fuertes por todas partes.

 

Ralph era el único que parecía sobrio.

 

Se mezclaba con su cabello despeinado y con la ropa que llevaba puesta. Su color de pelo y ojos eran tan comunes que no era muy notable. Después de observar la situación a su alrededor, abrió la puerta reservada para él.

 

El interior era un espacio cerrado, con sólo una pequeña cama y una mesa. Allí, un hombre estaba en una posición donde su cabeza se encontraba en la pared y su cuerpo en la cama con sus piernas sobresaliendo. Parecía que no estaba sentado ni acostado.

 

Los ojos ligeramente nublados del hombre no tenían concentración alguna. El área alrededor de la boca del hombre parecía blanca, pero de hecho, la espuma al costado de la boca del hombre era una marca sólida.

 

A primera vista, parecía muerto. Pero Ralph sabía que sólo estaba borracho y se había desmayado brevemente.

 

“Tsk Tsk. Puede que sean drogas caras, pero no debiste tomarlas imprudentemente.”

 

Sin embargo, a diferencia de las palabras que decía, su cara parecía complacida.

 

“Si quieres recibir más drogas mañana, puedes mirar el comunicado.”

 

Tocó las mejillas del hombre e insertó el papel que llevaba consigo en el bolsillo del hombre.

 

“Ugh…”

 

El hombre no podía responder adecuadamente. Pero por el bien de conseguir esas drogas, el hombre probablemente traería recuerdos que no sabía que tenía dentro de él.

 

Ralph chasqueó su lengua y se fue.

 

“A las afueras.”

 

A pesar de que no había ninguna referencia específica, el cochero, familiarizado con la rutina habitual de Ralph, comenzó a correr el carruaje de inmediato. Viendo el paisaje cambiar gradualmente a través de la ventana, sacó las drogas enrolladas en un pequeño pedazo de papel de su bolsillo y lo puso en su boca. La figura parecía la de un niño comiendo dulces.

 

“Me pregunto si encontraron uno hoy.”

 

La anticipación era explícita en su rostro mientras se dirigían hacia el destino.

 

***

 

Suspiro.

 

Dentro de la línea de visión de Prillance, ella podía ver a Ver practicando en el campo. Él siempre había separado tiempo para practicar por su cuenta.

 

Afortunadamente, la ubicación era claramente visible desde su habitación, por lo que fue capaz de observarlo a gusto. Eso se había convertido en su rutina.

 

Hoy fue sólo uno de los días en que ella lo observó así.

 

Prillance se inclinó contra la ventana y observó la práctica de Ver. Durante varios días ella había tratado de encontrarse con él, pero él la había estado evitando. Por lo tanto, esa fue la única vez en la que ella fue capaz de obtener un vistazo de él. Al menos de esa manera, ella era libre de observarlo, lejos de los ojos de otras personas.

 

“El nuevo comandante de la Segunda Orden de Caballeros de Weiand – Ver Grant.”

 

Prillance murmuró en voz baja. En pocos días, Ver había tomado una posición dentro de la Orden de los Caballeros.

 

Era natural. Incluso dentro del imperio de Arceo, tenía las mejores habilidades. Pero ella se dio cuenta de lo que había cambiado desde la historia original. Ver Grant se había convertido en un caballero del marqués Weiand, no del duque Tonz. Y Roman Tonz se había convertido en el compañero de Prillance Weiand para el baile imperial, no Cecia Royne.

 

Sin embargo, ¿por qué Ver todavía no era capaz de encontrar la felicidad con la persona que amaba?

 

Cuando llegó aquí por primera vez, había tratado de cambiar el curso original de la novela porque ella había querido que él viviera feliz con su amada. Ella creía que él encontraría la felicidad mientras las cosas no fueran como el original. Pero ahora, ella no estaba segura.

 

¿Va a ser feliz?

 

Prillance reflexionaba sobre esa pregunta mientras veía a Ver secarse el sudor.

 

Quitándose su sudor, Ver hizo todo lo posible para no girar la cabeza hacia un lado. Fue por culpa de Prillance, que se había estado mirando a sí mismo desde la ventana. No había sido una o dos veces que él hubiera querido ver cómo ella lo miraba.

 

Sin embargo, ella no sabía que él ya la había descubierto.

 

Ver dejó la espada para ordenar. Luego, mientras lentamente giraba su cabeza hacia Prillance, la vio esconderse rápidamente en un ataque de sorpresa. Sus pequeñas manos yacían junto a la ventana, como para mostrar un rastro de su apresurado ocultamiento.

 

Ella era tan linda. Ver estalló en la risa – en silencio, por lo que ella no sabría

 

La había estado esquivando durante días. Luego, había intentado conseguir un puesto en la Orden en el menor tiempo posible. Finalmente, mañana sería nombrado oficialmente para obtener un puesto formal dentro de la Orden de Caballeros del Marqués de Weiand.

 

Tan pronto como recibió su puesto, quería correr hacia ella. Él quería hacerle saber inmediatamente acerca de su nombramiento y recibir su aprobación. Que él – a quien ella había necesitado cuando le dio su propuesta al Duque Tonz – se había convertido en un caballero de su casa.

 

Así que cada día, trabajaba duro para calentar su cuerpo endurecido. Después de un tiempo, había sentido la mirada de alguien. En el momento en que se dio cuenta de que la dirección era hacia la habitación de Prillance, quedó atrapado entre su deseo de mirarla y el deseo de no dejarla escapar. Dejó de practicar con su espada y por un tiempo se quedó en agonía.

 

Mientras ella lo observaba durante cada una de sus prácticas, su deseo de mirar a Prillance llegó al punto en que ya no podía suprimirlo. Así que todo lo que podía hacer era molestarla así.

 

El tiempo pasaba y él trataba de contenerse, pero ya no podía, y cuando finalmente se dio la vuelta – queriendo verla – lo único que logró ver fue su mano, la cual era más pequeña que la suya.

 

Recordó la época en que había querido conocer a Prillance, pero no pudo; él no tenía idea de dónde podría encontrarse con ella. Por ello decidió que para la próxima vez él iría al encuentro de ella incondicionalmente. Ver fue en dirección de donde se encontraba Prillance cuando recordó la actitud fría que tuvo ella hacia él anteriormente.

 

Ver miró hacia abajo de su mano. Luego apretó su puño fuertemente.

 

¿Había empujado su mano? No, la había dejado ir.

 

Él solo deseaba ver a Prillance.

 
 

Así que no tuvo más remedio que acercarse a ella poco a poco, sin querer que ella huyera más lejos. Incluso si sólo podía ver sus manos. Por ahora, eso era suficiente para él.

 

Sonriendo, Ver giró la cabeza. Agitó su cabello mojado de sudor y comenzó a alejarse del campo.

 

Prillance cuidadosamente asomó su cabeza por la ventana. Pensando que su práctica había terminado, ella lo vio profundamente pensativo.

 

Después de practicar, siempre se quedó inmóvil durante mucho tiempo. ¿En qué estaba pensando? ¿Qué le preocupaba? ¿Su práctica no fue bien?

 

Ella se preocupó mientras Ver permanecía inmóvil.

 

Con la barbilla apoyada en sus manos, observó cómo su figura se desvanecía en la distancia. Ella esperaba que la brisa le soplara el sudor y sus preocupaciones.

 

***

 

La música fluía. Sus cuerpos se movían a lo largo de una canción que no era ni rápida ni lenta. Un hombre y una mujer, bailando mientras observan en la misma dirección, sosteniendo sus manos juntas, soltando una mano, y luego dando la vuelta para encontrarse de nuevo. Después de terminar su práctica, este fue el espectáculo que Ver estaba viendo.

 

El personaje principal fue Prillance.

 

Ver tenía un hábito que Prillance desconocía. Ella no sabía que al final de su práctica matutina, él se sentaba junto a un árbol y la observaba.

 

Las hojas verdes del árbol ocultaban a Ver, mientras se sentaba entre sus gruesas ramas. De esta manera, fue capaz de ver la danza de Prillance desde el fondo de su corazón.

 

Cuando un latido pulsante salió, pudo ver a Prillance sonriendo bellamente. Permaneció allí hasta que su clase terminó.

 

Continuará…

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