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ESTE NIÑO NO ES TUYO (NOVELA) – CAPÍTULO 99

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CAPÍTULO 99

 

Traducción: Meni

 

A Gaia, que fue atrapada por un médico, le fue extraída su corazón y piedra de hada mientras seguía viva.

Para ser exactos, le robaron el corazón y le trasplantaron otro.

Gaia sabía que era el corazón de un demonio.

No podía decir exactamente  de qué demonio, pero podía sentir que tenía una tremenda vitalidad.

Estaba ejerciendo un poder dinámico para sobrevivir en el cuerpo del hada incompatible.

Por suerte o por desgracia, el médico repitió el proceso de inyectar la sangre del demonio con antelación para que se adapte y suprima el rechazo que se produciría en su cuerpo.

En el proceso, su cuerpo quedó levemente necrosado, pero el médico dijo que no importaba.

Dijo que todo se restauraría después de que el proceso terminará de todos modos…

Poco después de que comenzara el experimento, el médico descubrió que estaba embarazada y rió a carcajadas cuando se enteró.

 

  • “Puedo usarlo como mi experimento. Será un experimento muy especial que permanecerá en la raza humana. ¡Tal vez sea la mejor vida de todas!”

 

Dejó de experimentar a partir de ese momento, pero el cuerpo de Gaia ya estaba arruinado.

Esto se debía a que el cuerpo del hada sin la piedra del hada podría morir en cualquier momento.

Al menos Gaia tenía el poder de purificar a los magos por sí misma porque era un hada superior y también tenía el linaje del rey.

Es por eso que pudo sobrevivir a pesar de que tenía esa vitalidad débil.

Ella dijo que había logrado escapar con la ayuda de alguien.

Solo recordaba que era una mujer con una corona.

 

  • “Escucha, Patrick… Voy a morir ahora. Si vivo más, nuestro bebé-huk, morirá.”
  • “¡Oh, no, Gaia, no!”
  • “Tonto… el bebé debe salir antes de que la magia llegué al feto.”
  • “Oh, no. No, Gaia. N-no mueras.”
  • “Siempre me preocupó la idea de que murieras primero… Pero es al revés.”
  • “Gaia, por favor. No digas eso, ¿sí?”
  • “… Vaya, tonto. No llores. Yo tampoco lloraré. Por favor, cuida de mi hija, Kalia. En ese momento, lo prometimos. Llamaremos a nuestra hija Kalia. Es el nombre de una muy, muy fuerte hada antigua.”

 

Patrick, que maldijo, apretó los dientes y estalló en lágrimas sin descanso.

Las lágrimas le impedían ver su rostro.

Quería decir ‘no, por favor no me dejes’, pero no pude decir nada con su boca sollozante.

 

  • “Te amo. Continuaré amándote. Mi amor. Por favor, cuida bien de nuestra Kalia.”

 

El hada valiente mostró la osadía de enjugar las lágrimas del hombre que amaba hasta el final.

Era una mujer más fuerte que nadie.

Ella era un hada más fuerte que nadie.

Explotó todas sus fuerzas para obligar a la niña a crecer.

Fue una suerte que la niña necesitara menos poder para crecer que el hada promedio ya que era mitad humana.

Ella no tenía una piedra de hadas, pero Gaia estaba agradecida de haber podido hacer crecer al bebé de manera segura.

 

  • “Patrick, tienes que darte prisa. Toma a la niña… Corre.”

 

Al final de esas palabras, el cuerpo de Gaia comenzó a oxidarse lentamente.

 

  • “Ese hombre, Lyric, viene por ti.”

 

Desde su hermoso cabello, las yemas de sus dedos que amaba apasionadamente y los lindos dedos de sus pies, todo desapareció.

Gaia se puso blanca y desapareció en el aire. Todo sin dejar rastro.

 

Lo que quedó al final fue una bebé roja brillante que ni siquiera podía echarse a llorar, sin líquido amniótico.

Dado que era un hada incompleta sin una piedra de hada, era una bendición.

Era una bendición que la bebé pudiera respirar por primera vez sin la energía del mundo natural.

 

  • “…Ah, ah… ¡Ahhhhh!” 

 

Patrick abrazó al bebé y lloró.

Quería golpearse el pecho, pero no tuvo tiempo ni de llorar.

Se levantó llorando y corrió sollozando.

Sosteniendo al bebé lleno de sangre, apenas protegía la temperatura del bebé con sus manos temblorosas, y corrió frenéticamente y salió del lugar.

 

* * *

 

Una noche profunda.

La luz de la luna y las estrellas se filtraba a través de las cortinas corridas al azar.

La noche era profunda y el amanecer estaba muy lejos, por lo que el cielo estaba oscuro y el río de estrellas fluía a través de él con una belleza inusual.

 

Sush~

 

Las cortinas temblaron a través de un hueco en la ventana ligeramente abierta.

En ese momento, los ojos de Kalia, quien dormía, brillaron y se abrieron.

 

  • “…Oh, vaya. Quería seguir viendo tu rostro en silencio.”

 

Shyman, que seguía mirando a Kalia, se echó a reír.

Kalia se levantó hasta la mitad y llamó a Shyman.

Mientras se sentaba junto a Kalia, salió el olor del viento. Había un fuerte olor a energía salvaje.

 

  • “¿Acabas de venir?”
  • “Sí. Es un poco más tarde de lo que pensaba. Entré en secreto porque quería ver tu cara, pero fui atrapado. No te das cuenta cuándo Shasha llora estrepitosamente, pero, ¿te diste cuenta de que aparecí en silencio?”

Shyman extendió la mano y jugueteó con el cabello de Kalia.

Kalia, que lo miraba fijamente, respondió con una leve sonrisa.

 

  • “Te olí. Hueles muy bien.”

 

Detener~

 

Ante sus palabras, dejó de tocar la punta del cabello de Kalia. Él la miró con los ojos llenos de emociones por un momento y bajó la cabeza lentamente.

 

‘Me está tentando.’

 

Mirando fijamente su expresión, que parecía como si pronto fuera a armar un escándalo, Kalia finalmente extendió la mano.

Kalia, que tiró de él por la espalda, chocó con los labios de Shyman.

Sus labios estaban pegados sin dejar ningún espacio.

Fue un beso lento pero sensual, cálido pero apasionado.

 

  • “Kalia.”
  • “¿Mmm?”
  • “… No me mantengas en llamas.”

 

Shyman dijo juguetonamente y mordió la punta de su barbilla.

Las risillas se deslizaron a través de la noche silenciosa.

 

  • “Está bien. ¿Dónde has estado?”
  • “No creo que pueda volver a venir aquí si vuelvo a la capital. Recorrí las calles mientras permanecía aquí.”
  • “¿Cerca?”
  • “Sí, cerca. Fui al templo de Akan.”
  • “¿Por qué al templo?”
  • “Te lo diré más tarde. Todavía estamos investigando.”

 

Ante las palabras de Shyman, Kalia asintió suavemente.

 

  • “Está bien, avísame cuando sea el momento.”

 

Las palabras llenas de fe hicieron cosquillas extrañas en el corazón de Shyman.

Kalia creía en él.

Ya que era una persona que no sabía cómo ocultar cosas, esa mirada de confianza hacia él nunca podría ser una mentira.

De repente, Shyman pensó que podría simplemente decirle todo.

Por supuesto, no era su intención ocultar lo que había pasado a Kalia.

Pero realmente no quería molestarla con esas cosas, así que se ahorró el contarselo.

 

  • “Era cierto.”
  • “¿Huh?”
  • “Escuché que las hadas que viven en el Imperio han estado desapareciendo desde hace unos años.”

 

Sacó el tema con calma.

 

Se lo contó todo, incluyendo la petición del Príncipe Heredero por las hadas desaparecidas, el movimiento sospechoso del Marqués de Aonti, el cuerpo de la quimera encontrado, y la sombra que atacó a Humming ese día.

 

  • “Entonces, ¿crees que todo esto tiene algo que ver con Akan?”

 

Kalia, quien se levantó de su asiento, se frotó la barbilla por un rato.

Shyman estaba un poco avergonzado por su tranquila respuesta, pero recordó que se trataba de Kalia.

Su fuerza no era sólo física.

Kalia estaba tranquila y firme como si no fuera a ser sacudida incluso si afrontaba todas las dificultades del mundo.

 

  • “De hecho, también he visto al Príncipe de Akan. No creo que me haya reconocido, pero…”
  • “¿Lo has visto?”

 

Preguntó Shyman a toda prisa, sobresaltado.

 

  • “¿Lo has visto? ¿Cuándo, dónde?”
  • “Ese día, en Entique. La ciudad donde estaba el árbol de las hadas.”
  • “Ah, ese día…Por supuesto, ese día me atrajiste allí a propósito, ¿no?”

 

Shyman preguntó, entrecerrando los ojos como si lo hubiera recordado con retraso.

Kalia sonrió y entrelazó los dedos con su mano sobre la cama.

 

  • “Pensé que vendrías de inmediato. De hecho, en ese entonces, pensé que vendrías por mí incluso si estabas enojado porque había desaparecido sin decir nada.”
  • “Sí, estaba enojado. Pero en realidad, quería arrodillarme si te veía.”
  • “¿Arrodillarte?”
  • “No me dejes. Vayamos juntos a cualquier parte.”
  • “… Shyman.”

 

Kalia no sabía con qué ojos mirar a Shyman, quien casualmente soltaba sus inconmensurables emociones. Su corazón era demasiado profundo.

El corazón de Kalia tembló porque el corazón de él era más profundo de lo que ella pensaba.

 

  • “No debería haber dicho eso justo ahora. Podría ser una carga para tí.”

 

Él sonrió y se encogió de hombros casualmente.

Fue un intento de aligerar el peso de las palabras que soltó sin darse cuenta.

Kalia lo miró como si hubiera dicho algo bastante extraño y negó con la cabeza.

 

  • “No me siento presionada en absoluto…”
  • “¿No es demasiada presión que esté loco por ti?”
  • “¿No es eso algo bueno? Cada vez que siento que estás loco por mí, mi corazón tiembla…”

 

Kalia se rió de Shyman que la miraba fijamente.

Estirando su mano entrelazada, acarició su mejilla demacrada.

 

  • “Está bien que enloquezcas aún más por mí, Shyman.”
  • “… ¿Está bien?”
  • “Sí, así que no escondas ninguno de los sentimientos que me has estado ocultando y muéstrame todo. Haré crecer mi corazón tanto como pueda.”

 

Sin decir nada, miró a Kalia con cara de asombro.

De repente, se rió y sacudió la cabeza como si no pudiera entenderlo.

 

  • “Kalia Tackskate.”
  • “¿Uhm?”
  • “¿Dónde aprendiste a volver loca a la gente?”
  • “¿Yo?”
  • “Sí, tú. Me vuelves loco cuando no estás cerca, y me vuelves loco cuando estás cerca…”

 

Cerró y abrió los ojos con un suspiro bajo.

 

‘No puedes hacer eso, no puedes hacerlo. Tienes que aguantarlo’, se escuchó en un pequeño murmullo.

 

Shyman presionó su puño cerca de la esquina de su ojo, restregándolo.

 

  • “… No puedo. Tengo que entrar.”
  • “¿Dónde?”
  • “Voy a lavarme y dormir ahora.”
  • “¿A dónde vas después de lavarte?”
  • “… ¿En mi habitación?”
  • “¿Por qué?”
  • ” ¿Qué quieres decir?”

 

Cuando Shyman volvió a preguntar, Kalia sonrió y lo jaló junto a ella. 

 

  • ” Viniste a verme en medio de la noche porque me extrañabas. ¿Y te vas a ir?”

 

  • “Date prisa, lávate y vuelve aquí. Durmamos juntos.”

 

‘Oh, Dios mio.’

 

Kalia habló tranquilamente con Shyman, quien invocó en su mente a Dios.

 

  • “Puedes enloquecer más por mí.”

 

Shyman sonrió como si se hubiera rendido.

La suave risa de los dos suavizó el amanecer.

 

Continuará…

 

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