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ESTE NIÑO NO ES TUYO (NOVELA) – CAPÍTULO 42

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CAPÍTULO 42

 
 

‘Otra herida en su pecho… ¿Por qué demonios estos demonios se lastiman a sí mismos de esa forma?’

La carne desgarrada alrededor de su corazón era muy desagradable.

Pero, eso no era lo único extraño.

¿Cómo esos demonios habían entrado al reino de las hadas? El aire de ese lugar debería arremeter contra esos demonios. ¿Cómo…?

Desafortunadamente, Kalia no era una gran exploradora. Pero, había alguien más que era bueno observando, preguntando y resolviendo esas preguntas.

¡Grr! ¡Aghk!

Era un lobo más grande el que se le acercaba. Entonces había cuatro de ellos, y este parecía ser el líder de los otros tres.

Mostrando sus dientes ferozmente y con los ojos muy abiertos, el lobo agitó sus brazos indiscriminadamente.

Era lo suficientemente fuerte como para desgarrar su carne fácilmente incluso si sólo la rozaba un poco.

Mirando con indiferencia al pedazo de tronco rasgado por sus garras, Kalia se preguntó si debería capturarlos vivos y reportarlos al Ministerio de Magia.

Era una aberración.

Podía pasarse por alto fácilmente, pero el hecho de que un loco lobo haya invadido el bosque de hadas podría desencadenar una guerra entre las tribus.

‘¿Debería capturar a uno con vida?’

Pensó que, si Shyman estuviera allí podría averiguar algo.

Pensando en lo que debía hacer, suspiró con pesar.

Podría ser que el problema no fueran los lobos. Quizá, el bosque en sí era algo extraño.

Para empezar, había sido extraño que ella y Humming hubieran podido ingresar a los límites.

 

‘Sí, voy a tener que capturar a uno con vida.’

 

Tan pronto como tomó su espada para cortar sólo los tendones del lobo, sintió un ataque aproximarse a una velocidad tremenda.

Sorprendida, giró rápidamente y salió del radio del ataque.

¡Woosh!

 

Una lanza atravesó el aire y penetró en el corazón del demonio de inmediato.

El demonio cayó al suelo sin hacer ningún sonido.

Kalia giró la cabeza y observó a la criatura que había arrojado la lanza.

Una criatura que exudaba una temible energía estaba observándola.

***

El hombre era un ser de gran poder.

Él era el padre, guardián y juez de todo. Una persona con autoridad basada en el afecto y poder basado en la confianza. Sobre él pesaba una gran responsabilidad y prudencia, que había aceptado y cumplido con naturalidad.

… Aunque, era diferente con la menor de sus hijas.

Las hadas tardan un largo tiempo en concebir a sus descendientes.

El periodo de crecimiento en el vientre de sus madres es de 5 años. El hecho de que su crecimiento haya terminado no significaba que nacerían de inmediato.

Cada hada tenía una piedra espiritual. Un concentrado y brillante poder que guardaban en el centro de su corazón.

Era su fuente de fuerza, una piedra dura y hermosa que las hadas podían recolectar y nutrir.

Los bebés de las hadas no podían salir del vientre de sus madres hasta que lo hubieran creado.

Aunque usualmente se creaban durante el proceso de crecimiento, pero a veces habían niños con diferentes rangos de crecimientos para sus piedras espirituales.

Su hija menor había pasado los 5 años en el vientre, pero le tomó 3 años más para nacer.

La niña que apenas se las arregló para vivir, era inusualmente pequeña y débil comparada con sus hermanos.

Su vulnerabilidad la hacía más brillante, gentil y adorable que cualquiera.

 

‘¡Jajaja! ¡Papá!’

‘¡Papá! ¡Mira esto!’

‘¡Gran padre, gracias por estar conmigo! ¡Te amo!’

 

Por ello, la menor de las hijas del hombre siempre estaba bajo su atenta mirada.

Como un padre que debía abrazar a todos, no debía ser así, pero era su hija más amada y apreciada.

Cuando dicha hija le dijo un día que se había enamorado de los humanos, su padre estaba asombrado y furioso.

 

‘… ¡Humanos!’

 

Hasta entonces, él no odiaba a los humanos. Despreciaba su debilidad y codicia, pero no tenía ningún odio particular hacia ellos. A veces, podían ser grandiosos, no todos los humanos eran destruidos por la codicia.

Sin embargo, las hadas y los humanos no podían estar juntos. No debían estar juntos.

Para una hada amar a un ser humano era amar a una persona que no sabían cuando iba a morir.

La tristeza era algo natural, y los que eran dejados atrás tenían que soportar el dolor solos.

Así era combinar razas que vivían de forma diferente el tiempo. Era saltar a un futuro en el que se prevé dolor. Un amor inmaduro que no era distinto a una polilla lanzándose al fuego.

 

‘Sin importar cuánto te opongas, yo lo amo. Viviré con él aunque sea por un corto tiempo. Nosotros, estamos destinados. ¡Padre, sé que pronto me perdonarás a mí y a él!’

 

Qué tonta.

Él pensaba que su hija menor era tan inocente y adorable.

Reprendió la inmadurez de su amada hija menor y la exilió a un pequeño bosque local.

Él pensaba que la enviaba por su propio bien, pero ella no pensaba eso.

El día en que su hija fue exiliada era su cumpleaños.

Con una expresión triste, vió que su padre no la miraba antes de partir hacia al bosque.

Hacia el borde del continente lleno de bosques, montañas y mares.

Pensó que ese corto amor ardería en uno o dos años. Que si no se veían o encontraban, desaparecería por sí sólo. Así era la terquedad, arrogancia y codicia del padre.

Después de un tiempo, su hija desapareció.

Y en algún momento, el hombre sintió que su corazón se alejó acojonándose fuertemente.

Sólo había pasado desde que su hija había desaparecido.

Tan pronto como conoció el verdadero dolor, los ojos del hombre que nunca había llorado antes se humedecieron.

 

‘Ah, mi hija. Hija… ¡Gaia!’

 

Su hija había muerto.

Había muerto sola, sin padre, sin madre, sin hermanos.

Ese pedazo de alma joven hecho de él, había muerto sola.

El tonto padre sollozó con desesperación.

 
 

***

 

Su cabello rubio claro, que parecía desprender un olor agridulce, flotaba por el viento.

Era un color familiar.

Aquellos ojos que le miraban directamente eran muy similares a los de su amada hija menor. Era un color completamente diferente, pero se sentían extrañamente similares.

Era una sensación extraña.

Ese ser que se preparaba para ser madre no era un hada.

Técnicamente hablando, esa persona no tenía nada que ver con su hija, porque esta última era un hada.

Y, sin embargo, extrañamente, muy extrañamente…

 

‘¿Por qué te sientes tan adorable?’

 

El hombre no podía apartar sus ojos de ella. Desconocía la razón, pero su corazón latía con fuerza.

Kalia fue la primera en moverse.

Miró de forma alternada al lanza que había lanzado el hombre, al hombre y al lobo cuyo corazón había sido atravesado por la lanza. Y, de repente, agarró la lanza enterrada en el pecho del animal.

 
  • “¡Eh…!”

 

Antes de que el hombre pudiera reaccionar, Kalia ya había sacado la lanza del corazón del lobo.

 

¡Crack!

 

La lanza gigante fue sacada con el sonido de unos huesos rompiéndose. Agua empezó a caer del punto como una lágrima.

La firme mirada del hombre se posó sobre Kalia y luego sobre los cadáveres de los lobos.

Miró a Kalia de forma extraña por un momento y se acercó a ella.

Su lanza regresó a él. El hombre sostuvo su lanza, el Extarion, con fuerza.

Iba a decir algo pero sus labios se cerraron abruptamente.

La humana lo miraba como si estuviera esperando algo de él.

Antes de que pudiera decir algo, su hija, que se escondía detrás de él, salió.

Gaia corrió de inmediato hacia Kalia y la abrazó fuertemente.

 
  • “¡…!”

 

El cuerpo de Kalia se puso rígido y los ojos del hombre brillaron con sorpresa.

Gaia le hizo saber que se alegraba de que estuviera a salvo mientras abrazaba a Kalia.

Con una alegre sonrisa en su rostro, abrazaba a Kalia sin dudarlo.

Y, empezó a saltar inocentemente alrededor de ella.

El hombre veía la escena con la boca abierta.

 
  • “¿Quién eres?”

 

Kalia, a quien se le dificultaba mirarlo a través de Gaia saltando a su alrededor, observó al hombre y dijo.

 
  • “… Vine en búsqueda de unos niños perdidos.”

 

¿Quién es ese tipo? Nunca lo había visto, pero irónicamente, de alguna forma, sentía que sabía un poco de él.

El espíritu y aura que emanaba ese hombre gigante no eran humanas. La gran fuerza de la naturaleza emanaba de sus ojos claros. Esa sensación de paralizarse con sólo verle frente a tí.

Aunque tenía santidad, era diferente al aura sagrada de los sabios, y era feroz, pero diferente al poder destructivo de otras criaturas.

 
  • ”¿Quién eres?”

 

Como si Kalia no hubiera respondido bien a su pregunta, el hombre preguntó de nuevo.

¿Qué tipo de respuesta debería dar? Se preguntó Kalia por un momento, pero luego dio otra respuesta.

 
  • “Mi nombre es Kalia Tackskate. Vengo de un pueblo cercano.”

  • “Kalia Tackskate.”

 

Él murmuró su nombre suavemente.

Kalia le había dicho deliberadamente su nombre real.

Si su suposición era correcta, el hombre era alguien a quien no se podía engañar.

Incluso si pudiera engañarlo, estaría siendo grosera con el hombre.

De todas formas, no importaba quien era ella.

 
  • “Kalia Tackskate.”

 

Una vez más, miró a Kalia y murmuró su nombre.

Como si lo recordara de repente, volteó la cabeza y miró a las criaturas muertas.

Con sus palmas en el aire, el hombre murmuró en una lengua antigua.

 

[Kal imun]

 

De inmediato, algo se retorció dentro de los cuerpos.

Junto con los sonidos de carne siendo cortada y huesos rompiéndose, una joya gris flotó hacia arriba. El hombre la sostuvo y luego abrió la palma de su mano. Entonces, la joya gris se rompió en pedazos y se convirtió en polvo. Y, con el viento, aquel polvo gris desapareció en el aire.

El hombre repitió lo mismo con el cuerpo de la otra criatura.

Kalia miraba la escena.

¿Qué diablos está haciendo?

El hombre habló como si respondiera su pregunta.

 
  • “Son piedras de hadas sucias. Pobres almas. Son de las hadas que mueren pero no consiguen descanso.”

 

‘¿Hadas?’

 

La expresión de Kalia se distorsionó con extrañeza.

¿Ese hombre está diciendo que esas criaturas son hadas?

Aparentemente, esos eran lobos Lycan. ¿Desde cuando los lobos Lycan pertenecían a las categoría de las hadas?

Como si leyera la confusión en los ojos de Kalia, el hombre añadió.

 
  • “Alguien trasplantó los corazones de estas pobres hadas en estos cuerpos. Extrayendo los corazones de hadas vivas.”

  • “No puedo creer que hayan trasplantado el corazón.”

  • “… Quimera. Así es como le llaman a esto.”

 
 

Continuará…

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